Capítulo 30 Rastros
Perseguí a Candido durante lo que parecieron horas. Corrimos alrededor de la finca varias veces antes de salir del área cercana y adentrarnos más en el bosque. No hablamos, pero sentí la tensión entre nosotros desaparecer. Cuando finalmente lo alcancé, en el borde de un arroyo, se volvió hacia mí, con el pecho jadeante. Sus ojos brillaban y estaban llenos de luz de luna.
-Es tu turno-, dijo. -Te daré una ventaja de diez segundos.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread