Capítulo 389 Dos opciones

Consuelo se aferró a Isidro con firmeza, llorando intensamente. Parecía que deseaba expresar todo el resentimiento, las quejas y las emociones negativas acumuladas durante años. Isidro le dio unas palmaditas en la espalda. Por fin había concluido con esta mujer. Su poder espiritual había estado enfocado en Consuelo todo este tiempo. Desde hace un rato hasta ahora, no había habido fluctuaciones especiales en el poder espiritual de Consuelo, lo cual demostraba que todo lo que decía venía del corazón. En este momento, nadie podía engañar a Isidro, por lo tanto, ella realmente había dejado atrás ese capítulo. Después de llorar durante cinco o seis minutos, finalmente se detuvo, secándose las lágrimas de la cara con la manga, sintiéndose algo avergonzada. —Te he ensuciado la ropa, te compensaré.