Capítulo 262 Remojo en aguas termales entre peligros acechantes
Demián miró fijamente a Isidro, y de pronto se echó a reír:
—No importa, tengo decenas de nietos. Aunque este me gusta mucho, si quieres matarlo, adelante. Pero Isidro, tu arrogancia no durará mucho, tus buenos días están a punto de terminar. —Con eso, terminó de forma brusca la videollamada.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread