Xana no se imaginó que terminaría en ese tipo de situación, siendo presa de la mirada brillante del alfa que la recorría de arriba abajo casi desnudándola y poniéndole la lencería con la imaginación
-Dame eso- dijo ella alzando la mano- Se supone que son lobos y las cosas de humanos no deberían llamarles la atención.
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