Capítulo 42 Agotamiento
La tensión y el estrés me estaban agotando. Cada día que pasaba sin tener noticias de mi hijo, Nicolás, parecía un siglo de agonía. El equipo de seguridad que Max había contratado no había logrado encontrar pistas, y la policía estaba igualmente desconcertada. La semana transcurrida desde el secuestro había dejado sus huellas en mí. Ya no tenía uñas, mis manos habían estado incesantemente inquietas y nerviosas. El brillo de mi cabello había desaparecido, como si el miedo hubiera robado su vitalidad. Mis ojos, una vez llenos de vida y energía, estaban ahora apagados y marchitos, reflejando la angustia que consumía mi alma.
Había pasado una semana desde el secuestro de Nicolás, mi pequeño Nicolás, ya no tenía uñas, mi cabello había perdido brillo, mis ojos estaban marchitos, perdí mi vida cuando se llevaron a mi bebé.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread