Capítulo 50 Los hago marcharse
Permanecieron en un silencio sepulcral durante los primeros diez minutos, con Linda encantada de observarlos y tomar notas.
Eden miraba todo menos a Liam y a su terapeuta, y su mirada permanecía fija en ella. Por alguna razón incomprensible, había decidido quedarse junto a la ventana a pesar de que había espacio de sobra en el sofá bronceado de Linda.
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