Capítulo 28 El abuelo

No había terminado de pronunciar el nombre cuando, como si el universo mismo hubiera escuchado su llamado, un rayo de luz blanca descendió del techo, y ante sus asombrados ojos, apareció La Suprema Buenisidad. Shairy se sintió feliz por la presencia divina y se lanzó hacia él, abrazándolo con emoción y felicidad desbordante. Las lágrimas de alegría rodaron por sus mejillas mientras se aferraba a la divinidad que la había acompañado desde siempre. —¿Por qué no viniste antes? ¡He estado tan asustada y sola! —exclamó Shairy entre sollozos, sin poder contener la emoción de tener al legendario sabio a su lado. Su queridísimo abuelo que sonreía feliz de ese recibimiento. —Tantas cosas han pasado, y tú no estabas aquí para ayudarme abuelo.