Capítulo 5 Luz de luna

Layne Este valle es realmente escondido, había olvidado como era venir aquí. Habían sido años desde la última vez que yo pisaba estas tierras. Habíamos pasado de todo en los últimos meses, que mi corazón y mi alma aún no se recuperaba. Se habían celebrado matrimonios, habíamos sufrido traiciones y desapariciones, habíamos hecho descubrimientos, una batalla y finalmente un funeral, del cual aún yo no me recobraba. Mientras mi caballo iba poco a poco por una montaña escarpada, en un camino precario, bajo el sol… pensaba en ella. Princesa… la señora emperatriz. La primera vez que la vi era una pequeña niña y todo en ella me había asombrado. Yo era solo un muchacho que intentaba ganar los favores de todos los señores, me hacía un lugar entre los grandes nobles, yo que era un segundón. Solo acarreaba el apellido Haggard de mi madre, pero no tenía derecho a nada, tenía que ganármelo, un poco como hizo mi primo Brock, quizás por eso nos llevábamos tan bien. Naiara era una niña encantadora y dulce, pero también inteligente. Recuerdo haber presentado mis respetos y jurarle mi vida a ella. Luego la volví a ver cuando la emperatriz Aurora estaba enferma y en su lecho de muerte juré de nuevo cuidar a su hija. Y es todo lo que hecho desde hace años, cada día y cada respiro de mi existencia había sido por Naiara. En ese difícil momento, yo también tenía que dejarla, aun cuando quisiera consolarla,, pues tenía que seguir mi camino aprendiendo lo que pudiera del enemigo, sumando fuerzas para cuando llegara el momento. Y su hora había llegado, y ella crecía, lo había notado en sus cartas, cada vez eran no solo más maduras, sino que me contaba sus ideas, era más expresiva, con más confianza. Podía saber solo por lo que me escribía que era una mujer sensata, lógica, y con sabiduría, si bien aún tenía inseguridad por su rol, lo cual era algo que tenía sentido. Mientras iba en mi camino, cuando dormía, cuando me lavaba la cara en el río… me preguntaba como sería ella, como sería nuestro encuentro. Esperaba ante todo que fuera una persona serena y amable como en las cartas, pero… ¿Qué sucedía si era totalmente diferente en persona? ¿Si la mujer dulce y cordial era solo una fachada? ¿Qué sucedía si era una tirana despiadada? Algo me decía que era imposible, pero mi meta existía solo por el hecho de que Naiara era la esperanza, era la persona que iba a ser al imperio mejor. Intentaba no tener expectativas, pero aun así, me puse nervioso cuando divisé el templo a lo lejos. Como todos los templos era una estructura sencilla, pero que yo sabía que escondía muchas cosas y era más compleja de lo que se podía suponer. Se habían hecho cambios para que fuera más cerrada que otros templos de la luna y así proteger a su más valiosa habitante. Lo primero que noto es que había una gran cantidad de caballos, animales y otras criaturas en la entrada del templo, en los caminos había innumerables pisadas, dando vestigios de que el camino había sido sumamente recorrido. Al pie del templo vi animales de todo tipo, conejos, pequeños siervos, pájaros de, y en las paredes lagartijas y roedores. Desde aquí podía empezar a sentir el poder de ella… pero juro que jamás vi venir lo que sucedió. Amablemente, nos recibió una de las sacerdotisas, sus vestidos eran negros sencillos con muy pocos ornamentos y tenían las cabezas rapadas. Nos recibieron como si nos estaban esperando y algunas me reconocieron como caballero de la princesa. Sentía que este era mi lugar, en realidad, yo debí haber estado aquí hace muchísimo tiempo y no haberla dejado sola… era un pesar que tenía en mi corazón, pero no lo podía evitar. No obstante… cuando entré al salón y la vi a lo lejos no supe qué pensar. El salón era amplio, de paredes claras de piedra, específicamente para grandes reuniones, habiendo unas escaleras donde ella se encontraba junto a Sindri que era la gran sacerdotisa, la cual se veía mucho más mayor desde la última vez que la vi. Alrededor de Naiara había una fuerza casi invisible, pero si prestabas atención había… como pequeños hilos de luz con pequeñas partículas diminutas brillantes, como si fueran pequeños polvos claros. Ella irradiaba eso y todos estaban alrededor como si nada hubiese pasado y yo me preguntaba si alguien sería consciente de esto que se estaba experimentando o era solo yo. Por las expresiones, los suspiros, los Meros y las respiraciones entrecortadas que escuchaba de los señores Fidela y Ofus que estaban a mi alrededor, y de los criados atrás, no dudaba que ellos también lo sentían. Era… como una fuerza opresora totalmente diferente al resplandor de la muerte y también al resplandor de la luna y , sin embargo, nada más lo tenía, ella, era imposible quitarle la mirada desde el primer momento. Yo simplemente no tenía palabras para explicar lo que veían mis ojos y mucho menos lo que sentía. Naiara eres una mujer de estatura mediana, ataviada con un traje negro, al igual que las sacerdotisas sencillo, pero tenía pequeños bordados de estrellas al fondo del vestido. Tuve que parpadear varias veces, pues realmente no entendía lo que estaba viendo. Naiara… te quitaba el aliento. Su cabello era completamente blanco y brillante y aún más largo, abundante de lo que recordaba. Tenía pequeñas ondas que parecía como si el brillo de una luna nueva estuviera encerrado en cada una de las hebras de su cabello. Su piel tenía un delicioso brillo dorado como si fuese realmente oro en suaves curvas, en sus pómulos, en su pequeña nariz, en sus párpados, contrastando con el color de su cabello. Cuando me acerqué más aún, cuando debía realmente mirar hacia el suelo, no pude evitar ver esos ojos como pequeños zafiros, como una playa encantadora… es ella. Es la princesa ¿O es realmente una diosa? Esa pequeña niña que yo conocía. Esa pequeña estrella que hablaba conmigo, que me preguntaba cosas, que era curiosa, que tenía interés, que parecía estar completamente atenta a todo lo que yo decía, se había transformado en una mujer hermosa. Realmente la palabra hermosa no podía llegar a completar lo que era Naiara. Sentía que mis ojos se humedecían y ni siquiera era la primera vez que la veía. Los señores a mi alrededor se tomaban el pecho y cuando llegamos al final de las escalinatas y la teníamos cerca inevitablemente los tres nos arrodillamos, no podía ver lo que sucedía detrás de mí, pero sin duda los criados estaban totalmente impactados. No creo equivocarme al decir que jamás nadie imaginó con lo que nos íbamos a encontrar. Había un aire en Naiara que se llevaba nuestra respiración, que nos quitaba el aire de los pulmones, era como si la noche misma hubiese llegado. Ella era la noche. Nos dio la bienvenida junto a Sindri y cuando levante mi cara, para inevitablemente verla, noté una pequeña sonrisa en sus hermosos labios y vi algo en sus ojos parecido a la felicidad. Ella me reconocía, esa sonrisa me decía que me esperaba y algo de mí dentro de mí se agitó y no lo pude evitar. Me había dado cuenta de cuánto la había extrañado, de cuánto conocía de ella por nuestras cartas, y de cómo deseaba verla una vez más. Al ver a Naiara aquí enfrente de mí con ese aire de diosa, personificando nuestra lucha, nuestras creencias, la devoción a las estrellas y a la luna, yo sentí que todo era posible. Que todos los años en que había recorrido el imperio en que había hablado con miles de personas, en que había combatido, luchado, perdido personas, como había crecido, había madurado hasta convertirme el hombre que soy hoy… se debía enteramente a esta imagen que observaba y aun así estaba convencido de que mis pobres ojos no podían captar todo lo que estaba sucediendo. Nos avisaron que podríamos continuar y mis señores se levantaron, entendiendo que sin palabras habían hecho juramento por ella. Mi cansancio desapareció totalmente, pensé que cuando llegara a la habitación iba a refrescarme, quizás acostarme un rato antes de la reunión que íbamos a tener en unos momentos, pero estaba exaltado. Mi cabeza seguía dando vueltas, no podía dejar de pensar en ella, solo en ella. Naiara invadía mi pensamiento y sentía mi corazón latiendo tan fuertemente que tuve que colocarme las manos en el pecho para entender que estaba bien y para controlar mi cuerpo. Nunca había sido un hombre que se deja llevar por los sentimientos ni siquiera por los relacionados con mis creencias. Pero lo que estaba sintiendo en este momento iba más allá de eso. No había necesidad de preguntarme qué es lo que haré a continuación, puesto que estaba pensando en esto mismo cuando ya mis pies habían cruzado la puerta de mi habitación, escuchando el sonido de mis botas, golpeando los pasillos. Buscándola. Como si ella estuviese rodeada de estrellas la encontré fácilmente y cuando la vi mi primera impresión era arrodillarme ante ella y nadie me había preparado para esto. Ella tenía una expresión como si me esperaba, pero a la vez como si estuviera totalmente sorprendida por mis acciones. Naiara se veía pequeña y fina de cerca, el cabello brillaba aún más y su piel tenía tintes ligeramente rojizos… y sus ojos… eran para enloquecer a cualquiera. —Había deseado tanto verla, mi princesa… mi emperatriz— le digo y me arrodillo y la miro a los ojos. Ella me da una sonrisa que me hace perderme en ella. —Mi caballero… había esperado su llegada, con ansias— responde y ella me acerca su mano, no sé si para tocarme, pero yo solo deseo tomarla, así que en segundos su mano está entre mis dedos… sus manos son suaves y su piel fría como la brisa de la noche… coloco un beso en el dorso mientras cierro los ojos. Estoy exactamente donde tengo que estar.
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Índice
Capítulo 1 El destino Capítulo 2 Abandonada Capítulo 3 La ola llega Capítulo 4 Mi caballero Capítulo 5 Luz de luna Capítulo 6 Compañeros Capítulo 7 Mentiras Capítulo 8 Su nombre Capítulo 9 El bosque Capítulo 10 Mi prima Capítulo 11 Sus pedidos appCapítulo 12 El brindis appCapítulo 13 Amoena appCapítulo 14 Omisión appCapítulo 15 Interrogatorio appCapítulo 16 Solo un caballero appCapítulo 17 Luz appCapítulo 18 Deseos del corazón appCapítulo 19 Estrellas y puntos appCapítulo 20 Despedidas appCapítulo 21 Riesgos appCapítulo 22 Sarassea appCapítulo 23 Pavel iii appCapítulo 24 Los candidatos appCapítulo 25 Un joven rey, un príncipe y un bastardo appCapítulo 26 El rey y su guerrero appCapítulo 27 Pruebas y encuentros appCapítulo 28 La noche y el hombre appCapítulo 29 Deberes y alegrías appCapítulo 30 Verdades y omisiones appCapítulo 31 Los herederos de sarassea appCapítulo 32 Solo para usted appCapítulo 33 Raíces e insectos appCapítulo 34 Las afueras de sarassea appCapítulo 35 Tensa calma appCapítulo 36 Señora de las estrellas appCapítulo 37 Tráeme la noche appCapítulo 38 Bhaltar appCapítulo 39 Montañas e islas appCapítulo 40 Negociaciones appCapítulo 41 Un duque, un conde y un barón appCapítulo 42 Lealtades appCapítulo 43 Una esperanza appCapítulo 44 Sentimientos appCapítulo 45 Tesoros de la noche appCapítulo 46 Última oportunidad appCapítulo 47 Entrega appCapítulo 48 Las tradiciones appCapítulo 49 Nuevos planes appCapítulo 50 La mujer escondida appCapítulo 51 El té de las damas appCapítulo 52 La agenda de la reina appCapítulo 53 Puntos de encuentro appCapítulo 54 No ha existido un día appCapítulo 55 La laguna de la luna appCapítulo 56 Servidores y devotas appCapítulo 57 El esposo más generoso appCapítulo 58 La esposa extranjera appCapítulo 59 Funciones de madrugada appCapítulo 60 El pueblo de radah appCapítulo 61 No me lo puedo perdonar appCapítulo 62 Pudo ser de otra manera appCapítulo 63 Fuerza natural appCapítulo 64 Un juramento appCapítulo 65 Pureza de corazón appCapítulo 66 Control y poder appCapítulo 67 Estos momentos appCapítulo 68 Pudimos haber sido todo appCapítulo 69 Simplemente no podía evitarlo appCapítulo 70 Amistad, lealtad y amor appCapítulo 71 Los prisioneros appCapítulo 72 Aliados cerca appCapítulo 73 Poder y oro appCapítulo 74 Protecciones y sacrificios appCapítulo 75 Constelaciones de vida appCapítulo 76 Tómate tu tiempo appCapítulo 77 Un devoto aliado appCapítulo 78 Castigos y descubrimientos appCapítulo 79 Buscar protegerlos a todos appCapítulo 80 Coronas y damas appCapítulo 81 Los hijos de la luna appCapítulo 82 Reverencias appCapítulo 83 Lo haces mágico appCapítulo 84 El hogar es una persona appCapítulo 85 Dulce tirano appCapítulo 86 Pequeña magia appCapítulo 87 Pañuelos y flores appCapítulo 88 Ataques y amuletos appCapítulo 89 El bosque gobierna appCapítulo 90 Sacrificios y refugio appCapítulo 91 No quería ser una cobarde appCapítulo 92 Más que merecedor de su amor appCapítulo 93 Eres lo que yo necesito appCapítulo 94 Mis hijas appCapítulo 95 El ciclo del sol appCapítulo 96 El misterio de los animales appCapítulo 97 Una bruja appCapítulo 98 Esta y todas las vidas appCapítulo 99 Nadie logra nada solo appCapítulo 100 Un pequeño oasis appCapítulo 101 Mi voz appCapítulo 102 Halia appCapítulo 103 Por todas las razones equivocadas appCapítulo 104 No una reina appCapítulo 105 El palacio imperial appCapítulo 106 Que la luna te perdone appCapítulo 107 Amenazas y huidas appCapítulo 108 Pasillos y luces appCapítulo 109 Una promesa que cumplir appCapítulo 110 Hermanos appCapítulo 111 Sobre todo en los momentos oscuros appCapítulo 112 Tú y solo tú appCapítulo 113 Despertar appCapítulo 114 Guerras y pérdidas appCapítulo 115 Salvaciones appCapítulo 116 No están solos appCapítulo 117 Los caminos de la estrella appCapítulo 118 Hasta el final appCapítulo 119 Poderes del sol appCapítulo 120 Profecías y sacrificios appCapítulo 121 Una corona de estrellas appCapítulo 122 Mi diosa appCapítulo 123 Nuestros momentos juntos appCapítulo 124 Yo quiero tu corazón appCapítulo 125 Señor de la noche appCapítulo 126 Las estrellas no se equivocan appCapítulo 127 Una emperatriz y su caballero appCapítulo 128 Yo robé esa noche appCapítulo 129 Dashi appCapítulo 130 Azaleia appCapítulo 131 Naiara app
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