Capítulo 38 ¿De quién es su corazón?
Sam se despertó en una cama tamaño King, como las que estaban en las habitaciones principales. Eso y el conocido aroma a loción de afeitar en el aire le indicó que estaba en la habitación que ocupaba su jefe en el hotel. Tenía puesto el pijama y su piel olía a gel de baño. Ella no se había dado un baño y tampoco era la amnésica de la historia. El culpable apareció en su estrecho campo de visión desde un costado. Sus pisadas se oían como las de un elefante. Y había demasiada luz, tanta que le lastimaba los ojos.
Por eso y otras cosas ella no solía beber, salvo en contadas ocasiones. Cuando estaba furiosa era una de ellas.
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