Capítulo 38 Solo es una perra drogadicta
Esto no puede estar pasando. No ahora. No a mí. Sé que Brooke se lo contará todo a Erik y él nos matará, nos matará a los dos. Respiro profundo y trato de calmar mi acelerado corazón. Debo ser fuerte, al fin y al cabo, esta maldita es sólo una drogadicta, nadie le creería a una drogadicta... ¿cierto?
—¿Te quedaste muda? —pregunta y se ríe. Busca un cigarrillo y lo enciende.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread