Bai Yunjin se recargó contra la pared mientras sentía el dolor punzante en el pecho y una sensación de entumecimiento en todo su rostro. Parecía como si le fueran a quedar unos moretones ya que le estaba marcando la cara cuando se la aplastaban.
—Cuarta hermana, ¿por qué no vienes a jugar también? —dijo Wu.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread