Capítulo 109 El arte del titiritero

Bai Yunjin sintió como si su cuerpo estuviera atado a una roca mientras se hundía cada vez más hacia el fondo de la piscina. Apenas podía nadar, pues debido a la ansiedad que sentía, estaba tragando unos cuantos tragos de agua.  Mientras escuchaba algunos gritos, de repente, sintió como si alguien empujara a su cuerpo desde el fondo de la piscina y sus pies entraron en contacto con el suelo de la misma. Después de luchar por unos instantes, por fin logró ponerse de pie con firmeza. La piscina no era tan profunda como ella pensaba, ya que el nivel del agua le llegaba a la altura de la cintura. De nuevo, escuchó un ruidoso parloteo en el momento en el que estuvo de pie de manera estable.