Capítulo 30 ¡Ni se te ocurra tocarme!
Los labios de Michael eran para ella una maldita droga que la mantenía sumida en un profundo trance.
Sentir sus manos nuevamente sobre su cuerpo, la encendía y la volvía un ser irracional que lo único que deseaba era tenerlo de nuevo sobre su cuerpo, besándola, refregándose y sobre todo empujando con fuerza contra su cuerpo.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread