Capítulo 68 El trasplante
No se como podía no cansarme de mirarlo, aunque tampoco sabía como el no se cansaba de que lo estuviera mirando. ¿Cómo pude haber corrido con la suerte de tener un doctor tan apuesto? Pero que sea apuesto, eso era lo de menos. ¿Cómo pude correr con la suerte de tener un doctor tan atento? Desde el primer segundo que me volví su paciente y este tomó mi mano debilitada, calentándola con la suya, dándome las fuerzas y el apoyo emocional que nadie me había dado hasta ahora, en todo el transcurso de esta maldita enfermedad que me hacía desear morir.
Me gustaba Jake, no me daba pena decirlo. Porque si mañana moría, no me llevaría el mal recuerdo de que nadie me visitaba, el mal sabor de no tener ningún familiar cerca. Solo me llevaría el recuerdo de su constante compañía, las miles de veces que sostuvo mi mano mientras yo me sentía como una mierda, las sonrisas que compartimos y la paciencia que tenia para verme llorar. Aquello era todo lo que me llevaría, si yo moría me iría satisfecha con mis últimos días de vida.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread