Capítulo 38 Ya no había marcha atrás…
Ernesto
Después del desayuno solicitamos un taxi para escaparnos. Por eso habíamos llegado al hotel donde había realizado la reserva. Pasamos un par de horas en la piscina, nadando como un par de novios; besándonos sin escondernos, eso me gustó mucho. Nadie nos conocía, caminamos de la mano por los alrededores, y hoy no quería sentirme culpable.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread