Capítulo 132 Por favor, mantente a salvo
Cuando abrí los ojos, me encontré tumbada en una cama de hospital, con la luz brillante y estéril de la habitación incidiendo en mi vista.
—¡Caden! —El nombre se deslizó de mis labios antes de que pudiera detenerlo, impulsado por una repentina oleada de pánico y una conciencia que se desvanecía.
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