Capítulo 51 —No era liam
Narrador:
Maya despertó con la sensación de un peso extraño sobre su pecho. Parpadeó un par de veces antes de recordar dónde estaba. Giró la cabeza y vio a Tomás aún dormido a su lado. Él estaba volteado hacia ella, respirando de manera profunda y tranquila. Su rostro relajado le confería un aire de serenidad que pocas veces había notado en él. Sus facciones eran atractivas, sin duda. Tomás era un hombre apuesto, con una presencia firme pero sin la intensidad arrolladora de Liam. Sus labios se curvaban ligeramente en una mueca pacífica, y por un instante, Maya se permitió la idea de que cualquier otra mujer encontraría en él una compañía perfecta. Pero no era Liam. La idea la golpeó con fuerza, instalándose en su pecho como un recordatorio de lo inevitable. No importaba lo atractivo que fuera Tomás, ni lo fácil que podía resultar hablar con él. No era Liam. No la miraba con esos ojos cargados de deseo salvaje y devoción silenciosa. No la tocaba como si el solo contacto con su piel fuera lo único que lo mantenía vivo. Soltó un suspiro, apartando la vista y deslizando las mantas a un lado con cuidado de no despertarlo. Necesitaba alejarse de la calidez de la cama, de la confusión de su propia mente. Sin hacer ruido, se levantó de la cama y salió de la habitación, dirigiéndose al comedor del hotel. Pidió un café y una tostada mientras sacaba su teléfono. No podía seguir postergando la llamada. Se apoyó en la mesa, deslizó el dedo por la pantalla hasta encontrar el contacto que buscaba y presionó la llamada. El teléfono apenas sonó una vez antes de que la voz grave de Liam resonara al otro lado de la línea.
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