Capítulo 122 Estar destruida
Las horas pasan y Eva despierta, mientras yo camino de un lado al otro, porque deseo hacer tantas cosas, pero, ninguna de ellas va a evitarle el dolor que va a experimentar durante la recuperación.
— ¿Qué…? Duele…— dice ella y yo de inmediato agarro su mano y la beso.
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