Capítulo 26 Poder moverme
En este punto no sé si no puedo moverme por lo que me inyectaron o por el agotamiento que experimento. Lo que sí sé es que no era la única que disfrutaba lo que sucedía, porque al poco tiempo de tener mi orgasmo, Arnold mencionaba mi nombre mientras se liberaba impregnándome con su esencia.
Por ello, los dos estamos completamente agotados en una tina que hemos usado para otra cosa además de bañarnos.
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