Capítulo 6 Segundo round entre profesor y alumna rebelde

Bueno, es otro día más, me dio una corazonada y abrí mi laptop, entonces me di cuenta de que mi linda rebelde me acepto mi solicitud de amistad, vaya le gusto mi foto de adolescente y la información que está allí, que bien, entonces a mi regreso le escribiré para conversar y preguntarle especialmente sobre su" fastidioso profesor", pero ya es hora de irme, bah y justo hoy tengo todas las horas, qué cansado, pero el deber llama. Ya iba manejando, pero el semáforo se puso en rojo y a mi lado el auto de la otra vez y ella en la parte de atrás me hacía muecas me sacaba la lengua, cuando su padre me saludo con la mano y su esposa también, conteste el saludo y mi bella rebelde puso cara de fastidio, que risa me dio, la mire y me reí, más se enojó, cambio a verde y seguí mi camino llegué antes entre ya a la institución y me quede con la rectora conversando, ella pasó detrás de mí dándome un golpe con su mano en mis nalgas, sin embargo, esta vez le agarre la mano y la jale hacia mí y resople. —Usted, señorita Carter, se está pasando de la raya, debe respetar a su profesor —de reojo, miré a sus padres que se estaban riendo de verla asustada de mi actitud con ella y de la rectora que se dio cuenta, se movieron y se fueron, la chiquilla ni cuenta se dio. —Señorita Dianne lo que acaba de hacer es faltarle el respeto a su profesor, así que su castigo será no salir a receso y deberá venir aquí para cumplir su castigo, ¿entendido? —Sí, señora —dijo muy seria y le solté la mano, se fue casi sollozando, pues, la verdad se la apreté muy fuerte, debe de haberle dolido Sonó el timbre y fui a dar mi clase en la planta baja, tenía tres horas, las cuales fueron tan pacíficas, ah, pero no me imaginaba lo que iba a pasar. No, señor, jamás imaginé que alguna vez me pasaría lo que acontecería antes de subir a dar mis clases en la parte superior. Salí presuroso para subir a mi próxima clase cuando al pasar debajo de la jardinera que está justo en medio del pasillo de la parte superior, sentí que una cascada cayó y me mojo completamente, parecía que me hubiera caído a la alberca con todo y ropa, algunos profesores que en ese momento se movían para entrar a sus clases se dieron cuenta y fueron a ayudarme con mis carpetas y demás, miraron hacia arriba, pero no se veía a nadie. Agradecí la ayuda y subí, entré al aula, me miraron y dije. —Tuve un percance por eso es que estoy empapado, pero eso no impide que dicte mi clase, voy a tomar lista, alumnos —termine mi clase y sonó el timbre de receso, cuando salí del aula, ella pasaba con el grupo de sus amigos riéndose me guiño un ojo y bajó, la vi que fue donde la rectora para cumplir lo ordenado. Me quede pensando y una linda idea se me metió en la cabeza, fui a la portería del conserje pedí el video del patio me permitió verlo y allí estaba ella con dos compañeros que los reconocí al instante con un balde o cubeta lleno de agua y justo cuando pasaba me lo lanzaron, puse mi memoria que siempre la cargaba y copie el video, salí de allí y subí al salón de maestros que preguntaron por qué estaba mojado, solo di mi versión de los hechos nada más, omití lo del video y a los culpables. Bien, pues, me tocaba el aula de la malcriada pedí todo lo que necesitaba para ver videos en clase, sonó el timbre y todos regresaban a sus cursos para sus clases, ya estaba dentro del aula esperando, entraron me saludaban cuando me veían, todos menos ella y la agarre de la mano la jale hacia afuera y la saqué ordenando. —Saludé a su profesor, señorita Dianne y podrá ingresar a clase —, pero la arrogancia le pudo y prefirió recostarse afuera. No cerré la puerta esta vez, sino que acoté. —Alumnos hoy verán un video donde las imágenes representan las emociones de la rebeldía, faltas de respeto a la autoridad, además verán también el compañerismo y complicidad de los amigos. Prendí el proyector puse la memoria y pulsé play, cuando comenzó el video me di cuenta de los compañeros cómplices que se asustaron y miraban donde estaba la rebelde, ella no se imaginaba lo que estaba pasando, los semblantes de todos los demás era de sorpresa y empezaron los murmullos, puse pausa y los cómplices corrieron donde estaba parado para pedirme perdón, escribí una nota en un papel, se los di para que vayan donde la rectora y se lo den, bajaron sus cabezas por el arrepentimiento salieron y se fueron, ella les preguntó algo y ni siquiera la miraron ya. Yo comencé a hablar y pregunté a toda la clase. —Ustedes, alumnos, al ver este video, creen que ¿existe alguna falta de respeto a la autoridad en cuestión? —Las respuestas fueron afirmativas y miraban hacia donde estaba parada la malcriada y pregunté. —Estas son pruebas para acusar a alguien porque se ve la acción y a los culpables, ¿cuál creen que sea el castigo para el culpable? —Se levantó de su asiento una chica y soltó. —Llevar al acusado ante la máxima autoridad que designe el castigo, profesor —le respondí afirmativamente y se sentó, entonces acoté —Eso voy a hacer en este mismo instante, por favor, quédense en silencio, por favor. Salí y la tomé desprevenida cargándola en mis hombros, ella gritaba sandeces y me golpeaba la espalda, estaba muy enojada de la sorpresa —¿Qué le pasa, idiota? Bájeme, es un gorila tonto, bájemeee, mierdaaa, ¿qué es lo que está haciendo?, ¿dónde me lleva? —Los demás compañeros de ella aplaudían lo que yo hacía, bajé las escaleras y me encaminé al rectorado. Con la nota que le mande con anterioridad la rectora ya me esperaba en su despacho junto a los otros dos cómplices, al llegar sonrió levemente, antes de bajar a la rebelde le di la memoria y la puso en su laptop y puso play, mientras la baje de mis hombros y se sentó muy enojada en el sofá, pero al mirar la pantalla de la laptop se fijó que se la veía a ella lanzándome el cubo de agua, entonces su enojo se transformó en... susto, sorpresa y más cuando la rectora miró hacia afuera y dijo. —Buenos días, doctor Carter, pase usted. ¿Y ahora qué harás, muchachita rebelde? Tu padre vio el video, ya no puedes mentirle o engañarlo, creo que esta batalla la gané yo, jajajaja Albert 2. Rebelde 0.