Capítulo 61 Él la besó
Al día siguiente, la suave luz del amanecer se filtró por la ventana de gasa, iluminando a las dos personas estrechamente abrazadas en la cama. Jordán abrió los ojos y de inmediato notó que su mano descansaba sobre algo suave. Movió con suavidad los dedos, dándose cuenta de lo que sostenía al cabo de un momento. Sus pupilas se contrajeron fuertemente y su mano retrocedió sorprendida.
Mientras miraba su mano, sintió una sensación indescriptible. El suave tacto permaneció en su mente y sintió el impulso de volver a tocarla. Mirando hacia abajo, vio que sus musculosos muslos seguían descansando encima de Carolina.
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