Capítulo 8 La exnovia de su sobrino
Después de que Jordán y Carolina se fueran esta mañana, tomaron caminos separados. Jordán se sorprendió al encontrarse con Carolina en el Grupo Hexapla. Aún más sorprendente para Jordán fue la revelación de que ¡Carolina y Damián solían salir juntos!
Sintiendo la atmósfera tensa en el auto, Héctor se sentó en el asiento del conductor, conteniendo la respiración. Sin embargo, se armó de valor para preguntar:
—Señor, creo que esa mujer de ahí es Juliana. ¿No es la esposa de Guillermo? ¿Cómo acabó la Señorita Vega con ella?
Jordán entrecerró los ojos, emitiendo una mirada intensa y silenciosa. Con voz grave, dijo:
—Realiza una investigación sobre Carolina y Damián.
Jordán confiaba tanto en Bernardina que no sintió la necesidad de investigar los antecedentes de Carolina. Había supuesto que Carolina era igual que Bernardina, una rica heredera. Jordán no se esperaba la sorpresa que le esperaba. Carolina resultó ser la exnovia de su sobrino.
Jordán había oído hablar de los amoríos de Damián cuando se incorporó al Grupo Hexapla, aunque aún no lo conocía. La escandalosa reputación de Damián y su desordenada vida personal involucraban a muchas estrellas femeninas y modelos.
Antes de emprender un viaje de negocios, Héctor informó a Jordán de que una mujer embarazada había venido a buscar a Damián. Damián le había dado dinero y la había despedido.
«Ahora, consideremos esto... Bernardina mencionó que Carolina había roto recientemente con su novio. Qué coincidencia. ¿De verdad piensa que soy tonto?».
El rostro de Jordán se volvió serio, y parecía aún más frío.
Llegaron los resultados de la investigación de Héctor, y Jordán los consultó en su teléfono con expresión fría. La primera línea que le llamó la atención fue que Carolina y Damián tenían una relación desde hacía tres años...
«¡Resulta que su exnovio es Damián!».
Jordán respiró hondo y se frotó las sienes. Jordán estaba seguro de que no podría librarse del control de su abuelo debido a los antecedentes de Carolina y su cuestionable pasado, lo que hacía pensar que aquel absurdo matrimonio estaba a punto de terminar.
—Señor, la Señora Torres ha expresado varias veces su deseo de reunirse con usted. ¿Debería concertar una reunión con ella? —preguntó Héctor.
Jordán hizo un gesto con la mano y dijo:
—No hace falta, vamos.
El Rolls-Royce entró en el aparcamiento subterráneo del Grupo Hexapla con discreción y sin que Juliana y Selena se dieran cuenta.
—Mamá, la organizadora de bodas ha enviado la propuesta esta tarde. ¿Te gustaría que la revisáramos juntas? —preguntó Selena.
—¡Genial! Estaré encantada de darte algunas sugerencias. —Juliana recordó de repente y preguntó—: ¿Cuándo deberíamos conocer oficialmente a tu padre y tener una comida juntos? Damián y tú están prometidos.
Selena pareció sorprendida al principio, pero enseguida recuperó la compostura.
Juliana miró con desprecio los antecedentes de Vega y Carolina.
La madre de Selena trabajaba como sirvienta para la Familia Vega en Durantania. Estaba familiarizada con los asuntos de los Vega. Había escuchado que el cabeza de familia, Baltazar, tenía una hija. Cuando la madre de Selena empezó a trabajar como sirvienta, descubrió que la hija de la que había escuchado hablar ya se había marchado. Al parecer, la hija tuvo un desacuerdo con Vega y huyó. La madre de Selena nunca tuvo la oportunidad de conocerla.
No había información sobre ella en el círculo de la clase alta, así que Selena se hizo pasar por la rumoreada Señorita Vega. Más tarde, las cosas fueron muy bien. Juliana estaba encantada con Selena y cambió su actitud hacia ella. Selena también consiguió comprometerse con Damián.
Selena se miró la barriguita. No tenía más remedio que depender de su embarazo para asegurar su puesto. Selena volvió a la realidad y sonrió con suavidad.
—Mamá, las recientes obras de caridad de mi padre lo han tenido ocupado. Programemos una reunión cuando esté disponible.
Juliana frunció un poco el ceño. Recibió varias fotos de Selena, incluyendo muchas fotos de Vega y la foto de Selena con Baltazar. Además, Juliana se enteró recientemente de la participación de Baltazar en obras de caridad. Esto hizo que Juliana se sintiera tranquila. Juliana dejó escapar un suspiro de alivio y se mostró comprensiva asintiendo.
—Lo entiendo a la perfección. Podemos esperar a que se desocupe la agenda de tu padre para vernos. Tómate tu tiempo.