—¿Deberíamos pedirle que se levante? Ya fue castigada por sus acciones.
A medida que caía la noche, Alisa llevó a Fernando a Carpatela. Sabina permaneció de rodillas mientras la gente a su alrededor murmuraba y la señalaba. Fernando miró al cielo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread