Capítulo 227 Esa profecía tiene su nombre
Carmen
El tiempo pasaba terriblemente lento, y yo, ante cualquier sonido cerca de alguna de las puertas del castillo, corría como loca, deseando que fuera mi mate que estuviera cerca, que hubiese vuelto. Soñaba con él, rogaba porque volviera, lo imaginaba entrando triunfante, corriendo a mis brazos.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread