Capítulo 89 El día de la boda había llegado

El día de la boda había llegado. Se colocaron carpas en el exterior de la mansión para realizar la ceremonia allí. Fueron invitados los alfas de los imperios, la gente de la colonia, y Morgan bendeciría la unión entre el alfa y la ninfa. El lugar estaba decorado con flores de varios colores, atraídas del Valle de las Hadas. A la hora de la ceremonia, Perseo se encontró en el altar con un elegante traje negro con camisa blanca de cuello alto, confeccionado a medida por el mejor sastre que Maya encontró en Alaska. Ella, al vivir en los límites de las tierras de los lobos, solía infiltrarse junto a su esposo Duncan entre los humanos para conocer sus costumbres. A su lado se encontraba su hermano Ares, quien calmaba su impaciencia.