Capítulo 28 No te alarmes, vamos a tu habitación
Eros desplegó lobos rastreadores para buscar al lobo que acechaba a su hija. Gina no logró ver el rostro del hombre y Eos no dijo quién era porque hizo una promesa. Para la mentecita de niña, las promesas no se rompen. No encontraron pista de quién podía ser.
En la hora de la cena, no quisieron presionar a la niña, y fue silenciosa. Estaban preocupados por su hija. Danna y Eros salieron a hablar con sus guerreros para reforzar la frontera sur. La seguridad de la manada era su prioridad. Los guerreros de Danna llegarían en dos días y el Beta de Eros lo estaban esperando.
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