Capítulo 26 Eros, ya hedé te ha tomado como su propiedad
Eurides estaba intranquila, rogaba que se le pasara el celo rápido a Danna. Cada vez que veía a su hijo salir de la habitación, lo veía más ojeroso y débil.
En la habitación, Danna despertó, abrió los ojos con pereza. Sintió que su celo había bajado su intensidad. Ya no se sentía como un volcán en erupción. Vio a Eros salir del baño y se sonrojó al acordarse como lo obligó a corresponderle como mate. La marca de su cuello le palpitaba. Llevó la mano derecha a la herida que ya estaba curada.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread