Capítulo 158 Tu ausencia habla más alto que tus palabras
En aquel momento, la mirada azul de Alex se transformó en una oscuridad profunda. Suspira, fijando las cámaras, y, a pesar del nerviosismo que lo envuelve, mantiene la compostura con maestría. Sus ojos exhalan un frío que eriza la columna de todos, dejando una sensación desconcertante en el aire.
– Buenas tardes a todos. – Inicia la conferencia con voz firme y autoritaria. – Casi ocho meses han pasado desde esa noche que cambió mi vida por completo, una noche en la que ni siquiera estaba en Boston. Pasé casi cuatro meses tras las rejas, mi imperio sufrió un colapso y vi un exceso de dinero escurrirse entre mis dedos. Reconstruir lo que se perdió fue un viaje arduo, pero ahora que las piezas están en su lugar, es hora de abordar el tema principal. Esta conferencia está dedicada por completo a la mujer que convirtió mi mundo en un caos. Todo lo que hice a lo largo de los años fue amarla, pero ahora me veo arrastrado a un proceso en el que se me acusa de conspirar para el asesinato de mi exesposa y su hijo, un hijo que, recientemente, descubrí que es mío. – Alex baja la mirada por un momento, tratando de ocultar la tristeza que permea su expresión, mientras que Rebecca no puede contener las lágrimas que corren por su rostro. – Hasta que se demuestre lo contrario, mantenemos la premisa de la presunción de inocencia, aunque para la mayoría de mis amigos y familiares ya soy considerado culpable. Frente a esto, no tengo la intención de perdonar a nadie. Siempre desprecié la estupidez, y ellos demostraron ser exactamente eso al no llevar a cabo una investigación. Ahora, me encargaré de hacer que se derrumben, porque los llevaré a la ruina a menos que prefieran arrodillarse y pedir perdón, ya que puedo ser misericordioso. – Mira directamente a las cámaras con determinación. – Y en cuanto a ti, mi niña, pienso en ti todos los días. Tu presencia era suficiente para llenar mi mundo, y cuando desapareció, me encontré sumido en la soledad. Parece que estoy atrapado en un infierno que ha transformado mi vida. No hay un sufrimiento mayor. Tal vez, Rebecca, deberías haber deseado mi muerte, porque eso habría sido suficiente para liberarte de mí. Mi pecho está lleno de tristeza, y lo que queda es odio y decepción. Me encargaré de transmitirte esa carga. Porque nunca ganarán un juego en el que todas las piezas son de mi propiedad. Así que te encontraré, querida, cuando lo desee, y no al revés. Antes de que termine este proceso, les enseñaré a todos cómo se juega este juego, simplemente porque se atrevieron a desafiarme. Esperen y vean cómo tomo todo lo que es suyo. Al final de este proceso, saldré libre, porque jamás cometería tal acto. Ahora, dedicaré mi tiempo a encontrarte, y cuando lo haga, llevarás todo el dolor que he elegido guardar para ti, y cada día que pase mientras esperas, tu sufrimiento crecerá. Ahora, puedes y debes tener miedo de mí, porque antes, mi único acto fue amarte. – Alex se levanta como si fuera a irse, pero reconsidera y vuelve a sentarse. – Hay lugares en el mundo que aprecio, y las Islas Turcas y Caicos están entre mis favoritos. Creo que me merezco unos días de descanso. Estoy necesitando un respiro. – Una sonrisa sarcástica se dibuja en su rostro antes de retirarse de la sala, dejando a Rebecca y a sus amigos aturdidos al finalizar aquella conferencia.
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