Capítulo 140 Un beso que lleva el peso de una despedida
Alex abraza a Rebecca, envolviéndola con sus brazos y acariciando suavemente su cabello. En aquel momento, el silencio se llena con el cálido abrazo y el amor que siente por ella, rompiendo la soledad que lo acompaña a diario. A pesar de que intenta convencerse de que no merece su presencia, anhela que aquel instante perdure, solo para seguir sintiéndola en sus brazos.
– Ahora está arriba, haciendo compañía a nuestra hija. – Susurra Alex, rompiendo el silencio, mientras los ojos de Rebecca se llenan de lágrimas. – Tú y mi abuelo me dijisteis lo mismo. También me aseguró que todo iría bien aquella noche, y al final, las cosas no mejoraron. Rebecca, aquel año fue una pesadilla, la pérdida de nuestra hija fue un dolor inimaginable, pero la noche en que te vi sufrir aquella crisis fue igual de aterradora y dolorosa. Habría muerto junto a ti si no te hubieran salvado. Y hoy, cuando llegué aquí y vi que le hacían masajes cardíacos a mi abuelo, aquellos recuerdos volvieron, y tuve que enfrentarme a todo de nuevo. – La abraza más fuerte, depositando un suave beso en su cabeza. – He intentado todos los días odiarte, tus palabras me hieren profundamente, y siempre que estoy cerca de ti y recuerdo todo, quiero hacerte daño, y a veces lo hago, y es un dolor insoportable. Me siento terrible, porque cuando te hago daño, me hago daño a mí mismo. No sé por qué no puedo sacarte de mí. Te culpo cada día de todo, con la esperanza de alejarte, pero a pesar de eso, todo lo que deseo cuando te veo es abrazarte, cuidarte, estar a tu lado. Y me odio por eso, porque en mi mente debería odiarte por destruirme y ya no debería amarte. Todo es tan complejo y cuando miro atrás, me doy cuenta de que no hice lo correcto contigo, y aún hoy no lo hago.
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