Capítulo 150 El amor de un abuelo
+Gisela++
—Es una mañana preciosa, que bueno que ya te puedas poner de pie, aunque sea con un andarivel —siento unos brazos fuertes rodeando mi cintura—, no quiero tenerte prisionera, pero recuerda que no te gusta que te anden en la silla de ruedas, solo ha pasado quince días, hay que esperar un poco más para que puedan quitarte el yeso.
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