Capítulo 37 Celos, no son celos
Arya yace sentada en su sillón reclinable, con ojos cerrados y AirPods encendidos escuchando “Chasing cars” de Snow Patrol. Concentrada en cada palabra, se imagina un mundo en dónde todo es perfecto, uno dónde el corazón del millonario le corresponde. En dónde le permite acercarse, tocarlo, amarlo. Pero no es así. Su mundo se reduce a una miseria de tiempo compartido, de fingidas sonrisas e interés fundado en un simple negocio.
Canta con el corazón desgarrado en voz baja, pero, aun así, esta se escucha en el pasillo.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread