Capítulo 557 Tribulaciones interminables
Al regresar al Reino Divino, la adoración matutina diaria del Emperador Divino a las siete en punto era inevitable.
Incluso personas como Ignatius o Tristan tenían que rendir homenaje siempre que estuvieran dentro del Reino Divino. Dicho esto, el Emperador Divino era una persona razonable. No obligaría a nadie que no estuviera dentro del Reino Divino a asistir a la adoración.
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