Capítulo 8 Noche Inolvidable
“Después de tanta turbulencia,
llega un pequeño rayo de luz e ilumina toda desesperanza”
Habían pasado aproximadamente treinta minutos, luego de la llamada y casi había terminado de alistarse para salir, cuando entró una llamada desconocida.
-Bueno? -.Respondió Mónica después de dudar tanto al ver que no tenía registrado el número de la pantalla.
- Estoy afuera. Solo se oyó decir aquellas palabras, para luego colgar. Mientras se dirigía a la salida sabía que se trataba de Agustín. Afuera se encontraba Agustín con un coche blanco que no pasaba de la vista de los demás, luego de volver en sí Mónica siguió caminando, luego que al bajar las ventanas del auto vio que se trataba de Agustín.
-Buenas noches Agustín, gracias por recogerme. Agradecía Mónica mientras se preparaba para abrir la puerta de los asientos traseros.
-¿Qué haces? Siéntate en el asiento de copiloto, regaño un tanto extrañado ya que no imagino el actuar de Monica ya que al fin y al cabo en pocos días serían oficialmente esposos por ley.
¿Eh?, entiendo…
Aunque Mónica suponía que lo de la boda se lo tomarían con calma, no esperaba que Agustín de alguna manera la tomaría en cuenta, aunque solo era el asiento delantero sintió una leve brisa de calidez en su pecho.
-Gracias.
-Uhm.Estas Mejor? Preguntó Agustín mientras encendía el coche para seguir su camino.
-Que quieres decir? No entiendo su pregunta, Agustín.
-No es necesario ser tan formal,Mónica. Y lo que quise decir es que cuando la escuché en la llamada con José, sentí que no la estaba pasando bien en ese momento es por eso que pregunto.
- Yo..
-Está prohibido mentir. Dijo Agustín con palabras que sonaban duras pero que denotaban preocupación,y viendo a Mónica de reojo mientras conducía.
-Me atrapó no es así? Es raro que alguien me pregunte directamente, pensé que lo ocultaba muy bien de los demás.
-No soy como la gente común, me doy cuenta en sus palabras. Decir unas palabras siempre hacen bien.
-Es verdad.
-¿Entonces?
- No tengo escapatoria, o si? -.Empezó respondiendo, sólo que hoy tuve que admitir que no tengo nada aquí, mi familia no es nada y es posible que no tenga nada que ver con ellos y ahora para complicarlo todo nos encontramos en una batalla sin cuartel,en otras circunstancias simplemente lo hubiera dejado pero la Corporacion Clemente es lo que me dejó mi madre. No puedo perder contra ellos, estoy en una mala posición lo sé pero no me puedo rendir, simplemente no puedo darme el lujo de hacer lo que ellos quieran.
-Ya veo por eso te sentías tan mal al teléfono, La corporación Clemente… así que perteneces a esa familia, pero no te preocupes ya no estás sola. Yo cuidaré de tí.
-Agustin… Tú, la mente de Mónica era un caos en ese momento, ya que nadie le había dicho que la cuidaría tan solo su madre en su niñez, pero de alguna manera sintió un poco de paz después de esas cortas palabras para luego decir "Gracias" .
Luego de unos minutos Mónica vio que el camino que habían tomado era muy diferente al que le había indicado, lo que la sorprendió.
-Agustín, ¿a dónde vamos ahora?.
-A cenar. De seguro no has comido aún verdad?
- No , podría cocinar algo simple para cenar creo que no es necesario que se preocupe por mí.
-Como no podría, eres mi prometida y mi futura esposa. Es lo más normal.
Mónica al escuchar esas palabras, bajó la cabeza para que no viera sus mejillas más rosadas de lo normal, ella no se había atrevido a intimar tanto, apenas y podía sólo llamarlo “Agustín”, pero la palabra Esposa o Prometida le hacían cosquillas en los oídos tanto que moría de vergüenza en ese momento.
-No estés tan feliz, se le oyó decir a Agustín en tono de burla mientras cuadraba el automóvil y veía el tono rosa de sus orejas que se veían con claridad. Bajemos, ya llegamos.
- Bien, y no estoy feliz! Aseveró Monica en tono alto, ¡Absolutamente no!. Decía lo último entre dientes, antes de bajarse del coche. Lo que causó cierta gracia a Agustín y sonrió de manera natural lo que hacía verlo un poco menos intimidante.
Luego de ingresar al restaurante y pedir la sala VIP que había reservado horas antes, uno de los ayudantes los guío al lugar; donde tenía un aspecto elegante adornada con luces y globos además que el lugar mismo era un pequeño pero hermoso jardín.
-Este lugar… es muy hermoso, decía Mónica al verse atrapada por aquel lugar que olía a Jazmines y Margaritas.
Luego, cada uno de ellos se sentó frente a frente mientras traían la comida, las copas y botellas de vino.
-Tu? Esto , ¿qué significa todo ésto?
Es lo que es, un banquete… dijo Agustín sin voltear la mirada para luego decir. Comamos, que se enfría.
Luego de la comida, bebieron un par de copas hasta que en un punto de la noche trajeron a la mesa un pequeño arreglo de flores blancas y rosadas con una pequeña cajita .
-Ábrelo, Señorita. Le dijo el ayudante. Al abrir aquella cajita se encontraba un dibujo de un anillo.
Al ver esto, Mónica no sabía que decir ya que había una expresión de sorpresa, felicidad,y otras emociones mezclandose dentro de ella, mientras ello Agustín se levantó de su asiento y se acercó a Mónica mientras la tomaba de los abrazos haciendo que se levanté de igual manera,"Mónica, yo verás no soy bueno preparando este tipo de cosas sabes, pero de igual manera quise que este momento no pase desapercibido por ninguno de los dos ya que de ahora en adelante nos tenemos el uno al otro, nos convertiremos en uno sólo tanto tú, tanto como yo no somos nada sin él otro, y tengo la certeza que nuestra vida la caminaremos juntos a pesar de todos las adversidades que se nos presenten, por ello acepta este anillo, y se mi esposa mi querida Mónica".
Mientras Agustín colocaba el anillo en el dedo de Mónica, unas lágrimas de esperanza y felicidad brotó por los ojos cálidos de Mónica, mientras decía, "No estoy sola, ahora tengo a alguien junto a mí" e inmediatamente después los dos se sumieron en un gran abrazo para que luego de ello las luces del lugar se tornarán con poca iluminación con una música de fondo justo para el momento preciso.
-Señorita Mónica, mi querida esposa me permitiría esta pieza? Preguntó Agustín, acercando su voz a los oídos de Mónica.
-Uhm,dijo en voz baja aceptando aquella proporción.
Luego de un pausado y una noche mágica llenos de muchas emociones, Mónica no volvió a recordar los malos momentos vividos, solo su mente estuvo repleta de aquella velada tan irreal que hacía palpitar su corazón.
Ya de vuelta a su departamento, Mónica se sintió tan feliz que dejó que Agustín la acompañara hasta la puerta y la viera entrar.
-Gracias por acompañarme Agustín, hoy fue una noche inolvidable para mí te lo agradezco de todo corazón.
- Fue una noche inolvidable para mí también Mónica, comenzó diciendo Agustín mientras tomaba las manos de Mónica, "Comencemos juntos está travesía" terminó diciendo para luego acercarse y darle un pequeño beso en la mejilla, alejándose al momento siguiente. "Es hora que me vaya, que descanses bien".
Después de la partida de Agustin, Monica se sintió de alguna manera confundida ya que después de tanto tiempo veía una pequeña esperanza, pues el término de su compromiso con Claudio la había afectado, aunque de alguna manera sabía que algo hacía falta pues siempre se había sentido dispersa y fuera de lugar tanto con su familia como cuando estaba con claudio sin embargo con el poco tiempo que lleva conociendo a Agustin realmente siente que hay algún lugar al que pertenecer, un lugar donde se siente libre sintiendo lo que siente, diciendo lo que tenga que decir porque con Agustin de alguna manera siente que podría volver a decir que esta vida es maravillosa así sea con tristezas pero también con alegrías que confortan el corazón y el alma.
Después de la alegría en su corazón, Monica simplemente no quiso despertar si acaso este día era un sueño del cual no quería salir y toparse con la realidad de sus problemas trágicos de su familia y su vida en general.