Capítulo 6 "Victory High School"

Carol Lunes, 7 de septiembre de 2015. Llegó el lunes, primer día de escuela, el comienzo del nuevo curso escolar y mi entrada a la famosa y privada preparatoria 'Victory High School'. Y si, tal y como había dicho Alex, teníamos que usar uniforme. En mi otra escuela cada cual asistía con la ropa de su gusto y preferencia, y lo que se podían permitir también, pero aquí el uniforme era obligatorio. Ayer en la mañana se presentó en casa una diseñadora profesional para tomarnos medidas a Alex y a mí, el muy imbécil no paraba de reír cuando vio mi desconcierto por semejante cosa. Nunca había visto que alguien hiciera ropa de tan alta calidad con tanta rapidez, pero ya en la noche nos había llegado el paquete con los uniformes listos para hoy. Eso es lo que hace el poder del dinero, me imagino. El de las chicas consistía en botas de tacón cuadrado negras que llegaban hasta los tobillos, muy elegantes, acompañadas por medias largas blancas que tocaban las rodillas. La falda era de color azul oscuro con rayas blancas y verdes formando cuadros, estos eran los colores del escudo insignia. Luego, una camisa blanca de mangas largas y botones frontales iba por dentro de dicha falda, con una corbata azul oscuro al cuello y, para terminar, una chaqueta del mismo color que la corbata con la insignia del escudo plasmada a la altura del pecho, en el lado izquierdo. El uniforme de los varones era igual, excepto por el pantalón gris y la corbata, esta tenía el mismo modelo que nuestra falda, azul oscuro con rayas blancas y verdes. Mi madre y David decidieron acompañarme para estar presentes cuando fuera a ver al director. Les dije un millón de veces que no era necesario, pero mi madre insistió tanto que no tuve más opción que aceptar. Nada más bajar del auto fuimos directo a su oficina, luego de que David saludara a unos cuantos conocidos y me presentara a todos ellos, orgulloso de decir que era como una hija para él. Caminamos por un pasillo largo, doblamos en varias esquinas, y finalmente llegamos al área directiva, el lado serio de la escuela. David tocó en la puerta con el puño, al momento una voz gruesa respondió. —Sí, puede entrar. —Gossman, un gusto volver a verte —saludó David al director cuando entramos en su oficina. Era un hombre bastante gordo, de unos cincuenta años de edad, con el cabello blanco y vestía un traje. Recostado a la clásica silla giratoria detrás de una mesa grande de madera negra. La bandera de la escuela a la derecha de la oficina en un atril, retratos de héroes estadounidenses enmarcados en las paredes. Típico. —David Cox, el gusto es mío, me alegro de que estés aquí por algo más que quejas. Tomen asientos por favor, esto será breve. —Luego del apretón de manos como saludo, y la indiscreta frase, al parecer Alex era una joyita por aquí, nos sentamos los tres en un sofá ubicado frente a su escritorio. —Carolina Reeves, vi tu expediente y la verdad es que quedé impresionado, tengo que felicitarte por tus buenas calificaciones y comportamiento ejemplar. Victory High School ha adquirido un tesoro, solo me queda darte la bienvenida. Espero te sientas como en casa, te aseguro recibirás la mejor educación y atención. —Terminó de decir y yo estaba impresionada por sus palabras tan amables. —Gracias, Señor Director —acepté un poco cohibida por sus elogios sobre mi expediente. Era verdad que siempre me había esforzado mucho para ser una de las mejores alumnas. Y al parecer ahora veía los frutos de mis esfuerzos.  —Espero este sea un buen año David, por ahora estamos enfocados en el fútbol al parecer. Esperemos siga así. —Hubo un intercambio interesante de miradas entre estos dos, David como el león que protege su cría, el director como el lobo que lo quería devorar. ¿Qué habría pasado? —Claro que sí. Sabes que es uno de tus mejores jugadores, sin él no llegarían ni a los clasificatorios —respondió David con una sonrisa de advertencia. Mamá se aclaró la garganta disimuladamente.  —Bienvenida una vez más Carolina. —Solo asentí con la cabeza. Gracias, supongo. Todos nos levantamos, despidiéndonos con otro apretón de manos y salimos de la oficina. —Señorita Reeves, espere un momento aquí por favor, tengo que darle una copia de su horario de clases —avisó la secretaria del director que se encontraba en una pequeña oficina junto a la suya. —Cariño, David y yo tenemos que ir ya al hospital. Buena suerte y has muchos amigos. —Se despidió mi madre dándome un beso en la frente. David le había conseguido un puesto en el hospital donde él trabajaba, así que iban y venían juntos. Era un gran hospital donde mi madre no tendría que hacer horas extras y tendría todas las condiciones y comodidad para realizar un buen trabajo. Cuando la Señorita Beth me dio el horario, fui directo a mi primera clase del día. Aquí vamos. (…) Luego de pasar la mañana entera dando Literatura Inglesa, por fin había llegado el recreo. Salí al pasillo y la cara de Betty me recibió con una gran sonrisa. Coincidíamos en Matemáticas, Dibujo Creativo e Historia Contemporánea, las dos últimas eran mis clases de la tarde, así que estaría con ella el resto del día. —Hola Betty, siento que no pudimos entrar juntas a la escuela, mi madre y David insistieron en acompañarme a la oficina del director Gossman. —Me disculpé un poco apenada por haberla dejado plantada. Ayer habíamos quedado en encontrarnos en la entrada y ella me acompañaría a la oficina del director. —No hay problema, mi madre hizo lo mismo el primer día cuando comencé en esta escuela. —Sonrió y extendió su brazo para que lo tomara. Caminamos juntas por los pasillos y el patio. Fue señalando algunas caras y diciéndome nombre de buenos y malos alumnos que llenaban este lugar. Al parecer los niños ricos no eran tan buenos y ejemplares como sus padres hacían ver al mundo. —Esa del cabello rojo recostada a la pared hablando con un chico, es la hija de unos embajadores y la muy descarada está comprometida, pero ha tenido más líos en esta escuela que un harén inverso —comentó entre susurros. —Vaya, todo un ejemplo a seguir —bromeé, por lo que ambas comenzamos a reír. —Aquel del pelo negro rizado, es un Don Juan total, no caigas en su trampa. —Esta vez se refería a un chico que hablaba con una chica mientras le guiñaba el ojo a otra que pasaba junto a ellos. —Debidamente anotado. —Hice un gesto con mis manos como si escribiera en el aire. Nos detuvimos de caminar y me di cuenta de que estábamos delante de algo bastante parecido a un gimnasio. —Este es el gimnasio donde las animadoras y los deportistas vienen a entrenar. Le hablé a Sahara de ti y te aceptó solo porque en noviembre tenemos las primeras competiciones y no podemos concursar sin todas las integrantes. Lo dicho, una perra total —comentó mientras rodaba los ojos con fastidio. Nos adentramos al gimnasio, el cual estaba equipado con todo tipo de aparatos y pesas para que los deportistas de esta escuela se pudieran ejercitar. Detrás de unas puertas de cristal a la derecha había un estudio de ballet, deduje era la zona de las animadoras donde montaban sus rutinas y ensayaban las coreografías. Fuimos hacia allí y dentro se encontraba todo el equipo de chicas, ya cambiadas a la ropa deportiva y calentando. Nos acercamos hasta Sahara, al parecer estaba esperando por nosotras. —Sahara, aquí está Carol para que le indiques… —dijo Betty, pero fue interrumpida por su chillona y fastidiosa voz. —Hola cuñadita. Para que quede claro, no suelo aceptar extrañas recién llegadas en mi grupo, pero por tu pasado como animadora y porque eres la hermanastra de mi novio, decidí darte una oportunidad —informó regodeándose.  Recalcó bastante las palabras hermanastra y novio, como si quisiera marcar su territorio o algo así, «por mí como si lo envuelves en celofán y te lo llevas a tu mansión, cariño». Dejando de lado el hecho de que fui capitana de animadoras, no una principiante. —Fui capitana de animadora por más de tres años, querida. Sé lo hay que hacer, no te preocupes, ¿si? Me dijeron que este año es que saboreas el puesto. Si tienes alguna duda me puedes preguntar sin pena —hablé con la voz más melosa y estúpida que pude. Resopló poniendo los ojos en blanco. —Aquí tienes la ropa deportiva que usamos para los ensayos, así que vayan a cambiarse rápido. No vamos a esperar por ustedes para comenzar. —Arrojó a mi cara el uniforme, dando palmaditas en el aire apresurándonos para ir a los vestuarios. Salimos de allí y no pude evitar decirle a Betty: —Lo dicho una perra total. —Repetí sus palabras dichas anteriormente. Tenía razón, la chica era insoportable. —Estuviste totalmente a la altura. Y no le hagas caso, es una muñeca con aires de grandeza —dijo, mientras ambas íbamos a cambiarnos. Las próximas dos horas serian de entrenamiento y que Dios me ayudara a soportar a Sahara, porque ya estaba empezando a tocar mis botones. (...) —Carol, se me había olvidado decirte, esta noche tenemos una de las actividades más bonitas del curso —comentó Betty mientras almorzábamos.  Si este era el comedor de una escuela, no quería imaginar que sería un restaurante decente para esta gente. Había mesas cuadradas de cristal con capacidad de cuatro comensales cada una, sillas de hierro torneado, candelabros en el techo. Camareros que llevaban los platos con el pedido del menú, refresco y agua en copas, y cubertería de plata. Madre mía.  —¿Si? —Vaya, el primer día de escuela y ya había fiesta. —Pues claro, es la celebración por el inicio de curso. Este año será una fiesta de disfraces e incluso... ¡habrá karaoke! —gritó tan alto que varias personas en las mesas cercanas nos miraron. —Muy bien. —Al escuchar mi respuesta, Betty me miró con cara de asombro. —Espera, ¿no piensas venir? —Solo negué con mi cabeza. —¿Por qué no? Será una fiesta muy bonita con buena música y un ambiente agradable, será divertido Carol. —Trató de convencerme con un puchero en los labios. —La verdad es que no soy una chica de fiestas, prefiero quedarme en casa —justifiqué encogiéndome de hombros. Era la verdad, no me gustaba el ambiente de tanta gente reunida en lugares pequeños. —¡No aceptó escusas! Además, ya tenía un disfraz pensado para ti. —¡¿Qué?! Le brillaban los ojos de la emoción. —¿Un disfraz? Me da miedo preguntar, pero, ¿qué disfraz sería? —Enfermera sexy —¡Peor! —No Betty, lo siento, pero... —Nada de peros, tú vas de enfermera sexy y yo de bruja coqueta. ¿Qué te parece? —Cada vez peor. Esto es de locos. —¿Betty, no tienes otra amiga a la que invitar? De verdad que no me siento muy cómoda en las fiestas. —Dirigió la vista a sus manos sobre la mesa, la risa se borró de su cara y la mirada triste inundó su rostro. —Solía tener una amiga, era la mejor persona que te puedas imaginar; amable, lista, divertida y aguantaba mis conversaciones sin fin. Siempre íbamos juntas a todos los lugares, era el terremoto Sue, como le decía yo, una listilla de ojos grandes y mente aguda. —Una sonrisa fugas se reflejó en su boca, como si hubiese recordado un momento alegre. —Murió de cáncer el año pasado. Fui con ella a todas las sesiones de quimio y estuve presente en cada etapa y proceso, pero por más que lo intentamos, el cáncer ya había ramificado. —Terminó de contar encogiéndose de hombros. «Oh, mierda. ¿Quién me manda a hablar?» —Lo… lo siento mucho Betty. —Maldita bocaza la mía, ¿por qué tenía que haber hecho la pregunta? Sé lo que se siente la pérdida de alguien tan importante, pero si Rachel muriera por cáncer, moriría con ella. —Sabes, yo solía ser como tú. No salía a fiestas ni iba de excursión a ningún lado, siempre estaba encerrada en mi habitación leyendo un libro y escuchando música. Sue era quien me motivaba a salir y me llevaba a todos los lugares. —Levantó la vista mirándome a los ojos.  —Me enseñó algo muy importante. La vida hay que disfrutarla ahora que la tienes, no sabes el día en que la puedas perder y tal vez te quedes con la duda. No quiero preguntarme ¿qué hubiera pasado si...? Quiero vivir, aprender, recorrer el mundo, tal y como ella no pudo. —Al terminar tanto en sus ojos como en los míos había lágrimas acumuladas. —Tienes razón Betty, mi padre murió con tan solo treinta y cuatro años, pero cumplió con su deber y dio su vida para salvar la de otros. No debemos desperdiciar el tiempo, si no aprovecharlo y vivir por aquellos que quisieron, pero no pudieron. —Joder, tenía razón—. No se hable más, ¿dónde está ese disfraz? Esta noche incluso contaremos juntas en el karaoke y nos divertiremos muchísimo. —Pues al momento en que las primeras notas salgan de mi garganta hasta ahí llego la fiesta. ¡Canto fatal! —Ambas comenzamos a reír por su broma. Pues sí, Betty tenía razón. No nos podemos ir de esta vida sin saber que hubiera sucedido si nos hubiésemos enfrentado a nuestros miedos, si hubiésemos dado el paso al frente, si hubiésemos hablado. Ya era hora de que yo también comenzara a vivir en esta nueva vida, como dijo Rachel, seguro que algo bueno me espera en este lugar.
Ajustes
Fondo
Tamaño de letra
-18
Desbloquear el siguiente capítulo automáticamente
Índice
Capítulo 1 "Yo soy Carol" Capítulo 2 "Nueva casa, nuevo hermanastro" Capítulo 3 "Dejándolo todo atrás" Capítulo 4 "Seré yo" Capítulo 5 "Hola betty" Capítulo 6 "Victory High School" Capítulo 7 "¿Thomas?" Capítulo 8 "Vamos a la fiesta" Capítulo 9 "Baila conmigo" Capítulo 10 "Limpiar la piscina no fue tan aburrido después de todo" Capítulo 11 "River and Mountains" appCapítulo 12 "¿Somos equipo? ¡NO!" appCapítulo 13 "Gracias papá" appCapítulo 14 "Nuestro primer beso fue en las carreras ilegales" appCapítulo 15 "¿Qué mierda me pasa?" appCapítulo 16 "Chicago vs Boston" appCapítulo 17 "Guardián" appCapítulo 18 "En la habitación de al lado" appCapítulo 19 "Yo te purgo mientras tú me cantas" appCapítulo 20 "Un secreto" appCapítulo 21 "Jacuzzi" appCapítulo 22 "Diciembre trajo muchas sorpresas" appCapítulo 23 "Una cita con el primo de Alex" appCapítulo 24 "Feliz jodido año nuevo" appCapítulo 25 "Atrapada" appCapítulo 26 "Pesadillas y recuerdos" appCapítulo 27 "Ángel" appCapítulo 28 "La cabaña" appCapítulo 29 "Descontrol" appCapítulo 30 "TAB" appCapítulo 31 "No más dolor" appCapítulo 32 "Enamorada" appCapítulo 33 "¿Harvard?" appCapítulo 34 "Tu corazón es todo lo que tengo" appCapítulo 35 "Siempre contigo" appCapítulo 36 "Nuestro arte a mano" appCapítulo 37 "Pagarás" appCapítulo 38 "Te extraño" appCapítulo 39 "Los malos ganan otra vez" appCapítulo 40 "Adiós" appCapítulo 41 "Tras de ti" appCapítulo 42 "Nueva escuela, nuevo comienzo" appCapítulo 43 "Pertenecemos juntos y lo sabes" appCapítulo 44 "El monstruo en mi interior" appCapítulo 45 "Grafiti" appCapítulo 46 "Reencuentro" appCapítulo 47 "Recaída" appCapítulo 48 "Amiga" appCapítulo 49 "Amigo" appCapítulo 50 "¿Verdad o reto?" appCapítulo 51 "Betty y Derek" appCapítulo 52 "¿Te atreves?" appCapítulo 53 "Feliz cumpleaños por una vez" appCapítulo 54 "Secretos del pasado" appCapítulo 55 "Demonios" appCapítulo 56 "¿Dónde estás?" appCapítulo 57 "No te recuerdo" appCapítulo 58 Epílogo app
Añadir a mi biblioteca
Joyread Español
UNION READ LIMITED
Room 1607, Tower 3, Phase 1 Enterprise Square 9 Sheung Yuet Road Kowloon Bay Hong Kong
Copyright © Joyread. Todos los derechos reservados