“¡Están en el Hotel Saint!” exclamó Karin ansiosamente desde un lado.
Aiden sacó un pequeño frasco de medicina de su bolsillo y aplicó cuidadosamente el ungüento en el rostro de Angelina. Le dijo en voz baja: “Esto te ayudará a recuperarte rápido. No te preocupes. La bofetada que recibiste no será en vano”.
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