- ¿Por qué no solo le abriste las puertas a Amy, sino que le permitiste entrar a nuestra casa?
Le preguntó a ella. Su voz no estaba llena de ira sino de incredulidad de que ella hubiera hecho tal cosa. Ella lo miró en estado de shock. No parecía feliz en absoluto de que ella hubiera dejado entrar a la mujer. Tal vez Amy había mentido acerca de su reunión de negocios.
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