Capítulo 59 A pasos del desastre
La quietud silenciosa del bosque no era más que un espejismo que ocultaba los peligros que en este se hallaban, la oscuridad cubriendo, como un velo denso, cada rincón; siendo testigo de cómo dos almas se desgarraban en eterna agonía.
Anette, tendida en el suelo, demostraba sus emociones con un llanto mudo y apenas contenido; la bestia aun sobre ella pareció paralizarse por unos segundos y por un efímero momento Anette juro ver en sus ojos el reflejo dorado de antaño; ese que alguna vez la había mirado con devoción ciega en el pasado.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread