Capítulo 58 Una declaración

- Mi madre no quiere desearme suerte. Ella no se preocupa por nadie más que por sí misma. Dirá todo lo que pueda para meterse en mi cabeza y no necesito lidiar con su porqueria en este momento. Vuelve a poner la música, dejándome mirando a un lado de su cara. Él sabe que lo estoy mirando, lo puedo decir por la forma en que los músculos de su mandíbula se flexionan incómodamente. De repente, me frustra que parezca tan molesto por la llamada telefónica de su madre. No creo que sea tan simple como 'ella es una desgraciada'. Hay más. Mi actitud de necesidad de saber me devora, pero sé que acercarme a Jake con cualquier pregunta sobre su familia lo pone en modo enojado y no puedo enojarlo tan cerca de una pelea. Descanso mi cabeza contra el hombro de Olivia y cierro los ojos. Quiero que se despierte para que pueda despejar la tensión frustrada e incómoda que flota alrededor del auto.