Capítulo 82 La situación de ernesto
Eros
Comprendía la culpa de mi mujer. Pero ahora solo debía trabajar; mientras mis plaquetas no sigan bajando, no tenía problema. La observé dormir, hace unos minutos, y por fin cerró los ojos. No le he dicho a mamá, aunque ella ya lo intuye, es imposible engañarla. Aun así, si no pregunta, no diré nada. No por ahora.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread