Capítulo 5 Ella siempre me desestabiliza

Juliano Adara era una belleza de mujer, la miraba toda erguida e imponente, siempre con esa superioridad mal dirigida. Porque la admito por lo inteligente, pero ella lo lleva al punto de quedar como una mujer superficial y, grosera. En ocasiones suele quedar como una mujer fría e indiferente, lejos de esa calidad humana de sus padres. La susodicha ingresó a mi oficina, con su cabello rubio recogido. Detestaba sentirme tan débil al estar cerca de ella. Lo diferente que hubiera sido todo, si yo hubiera salido detrás de ella esa tarde que me encontré con la novia que tenía en ese entonces… No le expliqué lo que pasaba. Yo estaba terminando con ella, como habíamos acordado después de que por fin pudimos entendernos por esos seis meses, donde logramos tener una relación en la Amazona. La hice mía y podría ser muy machista, celoso y energúmeno, pero fui el primero en su vida, jamás me lo habría imaginado con todos los novios en su larga lista. Eso fue en sus veinte años, aunque no se lo diga a nadie, la amaba, aunque sea una mala mujer. La sorpresa que me dio esa tarde, los meses en el Amazonas fueron los mejores de mi vida, así no se lo reconozca a nadie. Luego todo se fue a la mierda… Y ella reveló la verdadera mujer detrás de ese precioso cuerpo. —¿Me estás escuchando? Se sentó en la silla frente a mi escritorio. Un recuerdo fugaz se filtró por mi mente, la noche en que regresó a tenerla en Brasil. Luego lo patán que me porté, pero con esta rabia por dentro cada vez que me acuerdo lo que le hizo a mi hijo o hija, nunca lo sabré. Deseché esos pensamientos de esa noche, pero desde entonces no me he acostado con Xiomara, no me apetecía, tocar a mi prometida. Y ahora tenerla cerca, ver su delicadeza, respirar su suave fragancia a rosas, fresas o melocotón. Me agradaba mucho el último, el que tenía puesto hoy, y como imbécil tuve esos preciosos labios entre los míos. Ahora, si creo que tendré que ser un especialista, no puedo sentir atracción por ese demonio. La miré con fijeza, si no hubiera tomado la decisión de abortar a mi hijo… a estas alturas fuera de mi esposa tuviéramos dos más… Pero era una mujer que no se ataba a ningún hombre, como me lo dijo varias veces en el pasado y su promiscuidad lo respaldaba, y siempre me enfurecía y enervaba la sangre de solo imaginarla a ella en brazos de otro hombre. ¿Y quién era yo para reclamárselo? Como me dijo el padre hace un tiempo, yo también he estado con otras mujeres. Y debía de ser sincero… las buscaba para obligarme a no ir tras ella, a mendigar un cariño que me da y quita cuando se le da la gana. Por más que mi pecho vibre, nos hacemos daño. —¡Julián! ¿Estás bien? Respire para tratar de controlarme. Ella causaba todos los sentimientos y pasaba del amor a la ira que aún no terminaba de salir de mi vida. -Diez centavos. —Marleny me acaba de decir que la semana entrante tenemos dos viajes, también están las obras del complejo turístico en el eje cafetero. Tú vas a uno y yo al otro. —Vamos juntos a todos, Adara. Esos intensos ojos azules brillaron… cuando se mostraba de esa manera, me daban unas enormes ganas de preguntarle: ¿por qué mataste a mi hijo, Preciosa? » Puedes ser la dueña con el mayor porcentaje, pero no has ejercido la carrera y eres muy inteligente, pero te falta cancha. —O sea ¿qué vas a evaluarme? Seré tu sombra, no te iba a dejar con esa cantidad de gallinazos con los que negociamos. —Y dale, Julián, sigue derramando la baba por la presumida. —Hasta que te entrenes. —sonó el teléfono de mi oficina. —Marleny. —Señor, su prometida está… —Tu secretaria no me deja ingresar. —sonreí, alguien se iba a enojar. Aunque Xiomara no tenía nada que hacer aquí y desde que mi hermano estaba preso dejó de seguirle la corriente de la boda. —Pasa. —Al segundo la vi ingresar, reparó a Adara. Se me lanzó encima. —Hoy debemos celebrar, me contaron que eres el dueño absoluto de todo esto. — ¿Qué mierda acabó de decir? Una parte de la conversación con Maco vino a mí. —Mira Julián, tu novia no me gusta, y no olvides mi sexto sentido al respecto. Se encuentra a tu lado solo por el dinero. —Ella a mí no me interesa más que para pasar el rato. — ¿Y te piensas casar con ella? —No, Pigmea, ella dice eso. La verdad es que ella nunca lo ha dicho enfrente de mí, por eso no lo he desmentido, pero no me pienso casar por ahora. —Mi mamá está preocupada Julián porque piensa que sí, mira que esa loca anda realizando preparativos. Es una oportunista y vi... Eso era lo que tenía que aclarar con Xiomara, dejar que detenga lo de casarnos, porque solo fue un comentario hace un tiempo, pero nada más, y desde entonces mi error fue no detenerla. Todo para que les llegue a los oídos de Adara. El padre me dijo que era tiempo de detener la bola de nieve, porque quedaré aplastado por mi silencio. Además, lo que me dijo Maco era la razón que tenía para terminar esto. —¿Cómo sabes eso? Y no soy el dueño. —Ella no supo disimular. —¿Celebramos hoy? —afirmé. —Sí, llego a tu apartamento, ahora debo seguir trabajando. —Estás hablando con tu prima. —Adara alzó una ceja. —Xiomara, te presento a la accionista mayoritaria del consorcio DeConstrucciones & Company. —¿Esta empresa no es tuya? -No. Maco tuvo razón, fue evidente su ambición y una vez más demostró la clase de mujer que era; Parece que tengo afinidad con las mujeres erradas. Sin embargo, será mi escudo; la utilizaré para molestar a una rubia que forzó una sonrisa. —Ahórrese las presentaciones, ya nos conocemos. Aclarado el itinerario, los dejo para que adelanten la celebración. Se puso celosa. No debería de sentirme alegre, no cuando ella era la peor de todas, pero no podía hacer nada. Mi corazón galopaba frenéticamente y estaba feliz de tenerla de ahora en adelante trabajando conmigo. Se fue alejando y eso no me gusta. » Con el permiso de ustedes. —salió de la oficina. —¿Por qué en mi apartamento y no en el tuyo? —Nunca te he llevado al mío, Xiomara. Siempre he dormido en el tuyo. Movió su cabello pintado, porque no era rubia natural como la Preciosa que salió hace unos minutos. — ¿Qué pasa contigo? Ya no hacemos el amor. —No, pero creo que ya me tienes sustituto. —¡Jamás! —Maco, te vio. —observé su reacción. —¡Pues tu hermana es una mentirosa, cizañera y arpía! —como dice mi nana Carmen, te metiste con los trastos de la iglesia. —Lárgate de mi oficina y olvídate de mí desde este momento. —Pero amor… ¿No ves que tu hermana nos quiere separar? —Mi hermana es sagrada; si no te puedes llevar bien con ella, es un gran punto negativo en tu contra. — ¿Cómo puedes escogerla a ella? —Siempre escogeré a mi familia, y la mujer que esté a mi lado debe aprender a respetarlos. Y jamás, escúchame bien, ¡jamás!, ponme a elegir. Eres tan ingenua al pretendiente que yo escoja a una aparecida. ¿En vez de la mujer que me dio la vida? O que te escoja a ti, ¿en vez de la luz de mis ojos? Esa Pigmea la consciente desde hace diecinueve años y a ti te conozco, ¿desde hace unos ocho meses? —Amor, lo siento. —La persona que en verdad ama, no pone a elegir a su pareja versus su familia. —Gracias a Maco podía hacer esto—, ese nuevo integrante se debe unir, adherirse y respetar a la familia de su compañero. Así no le caiga bien algún integrante, por respeto debes ser cordial sin ser hipócrita, ahora Xiomara, lárgate. —Pero, Julián. —Mi madre y mi hermana hijo intocables. Ahora lárgate, y queda por terminada cualquier relación entre los dos. Que te vaya bien y salida al hombre de barba y cabello largo que duerme en tu apartamento. Ya tienes la respuesta por la cual no volvió a acostarme contigo. —Qué tremendo mentiroso eres, Julián, la verdadera razón acababa de salir celosa de la oficina—. Adiós.
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Índice
Capítulo 1 Aceptar los errores Capítulo 2 Situación tensa Capítulo 3 Momento de enfrentar una realidad Capítulo 4 Se acabó Capítulo 5 Ella siempre me desestabiliza Capítulo 6 Ya veremos si duerme contigo Capítulo 7 Escuchar la verdad duele Capítulo 8 Empezar a ver los errores Capítulo 9 Reflexionando appCapítulo 10 Deseos de corazón appCapítulo 11 Mi canción appCapítulo 12 Recuerdo del primer beso appCapítulo 13 Asimilando la situación appCapítulo 14 La historia de julián y adara – parte 1 appCapítulo 15 La historia de julián y adara – parte 2 appCapítulo 16 Son dos hijos appCapítulo 17 Accidente appCapítulo 18 La historia de julián y adara – parte 3 appCapítulo 19 Mis padres me ponen los puntos sobre las íes appCapítulo 20 Tomar la iniciativa appCapítulo 21 Recibiendo indiferencia appCapítulo 22 ¿Lo intentarlo de nuevo? appCapítulo 23 Respuesta appCapítulo 24 Recuerdo de nuestra devoción (parte 1) appCapítulo 25 Recuerdo de nuestra devoción (parte 2) appCapítulo 26 ¿Una posible amenaza? appCapítulo 27 Es de sabios pedir consejos appCapítulo 28 Pedir consejo a los sabios appCapítulo 29 Recompensa appCapítulo 30 Todos me piden ir a verla appCapítulo 31 La historia de julián y adara – parte 4 appCapítulo 32 La historia de julián y adara – parte 5 appCapítulo 33 Mi llegada a estados unidos (parte 1) appCapítulo 34 Mi llegada a estados unidos (parte 2) appCapítulo 35 Enfrentamiento con una amiga (parte 1) appCapítulo 36 Enfrentamiento con una amiga (parte 2) appCapítulo 37 Confusión appCapítulo 38 La sorpresa de eros appCapítulo 39 Aclarando mi situación (parte 1) appCapítulo 40 Aclarando mi situación (parte 2) appCapítulo 41 Aclarando mi situación (parte 3) appCapítulo 42 Aclarando mi situación (parte 4) appCapítulo 43 Narración de la pérdida del hijo de adara (parte 1) appCapítulo 44 Narración de la pérdida del hijo de adara (parte 2) appCapítulo 45 Liberación y preocupación (parte 1) appCapítulo 46 Liberación y preocupación (parte 2) appCapítulo 47 La llegada de fernanda (parte 1) appCapítulo 48 La llegada de fernanda (parte 2) appCapítulo 49 Historia de julián y adara – parte 6 appCapítulo 50 Rechazo a andy appCapítulo 51 Allanamiento appCapítulo 52 Las cosas pasan por una razón appCapítulo 53 Los celos de nadina appCapítulo 54 Dos hijos y uno adoptado appCapítulo 55 Recibiendo el regaño de fernanda (parte 1) appCapítulo 56 Recibiendo el regaño de fernanda (parte 2) appCapítulo 57 Conversación (parte 1) appCapítulo 58 Conversación (parte 2) appCapítulo 59 Amenaza de nuevo appCapítulo 60 Desahogo appCapítulo 61 ¿Triple ak? appCapítulo 62 Mi relación (parte 1) appCapítulo 63 Mi relación (parte 2) appCapítulo 64 Mi relación (parte 3) appCapítulo 65 Nos amenazan de nuevo appCapítulo 66 Volvió andy appCapítulo 67 Hablando con angélica appCapítulo 68 Una sospechosa appCapítulo 69 Tendremos visitas appCapítulo 70 Un acto bajo appCapítulo 71 El nacimiento de mis hijas (parte 1) appCapítulo 72 Nacimiento de mis hijas partes (parte 2) appCapítulo 73 Historia de julián y adara (parte 7) appCapítulo 74 Enfrentamiento appCapítulo 75 De regreso a mundo (parte 1) appCapítulo 76 De regreso a mundo (parte 2) appCapítulo 77 Una estrategia appCapítulo 78 No tenemos tregua appCapítulo 79 Una mala noticia appCapítulo 80 Juntos para lo que se nos venga appCapítulo 81 Son dos seres por salvar appCapítulo 82 La situación de ernesto appCapítulo 83 Regalo de mi padre deacon (parte 1) appCapítulo 84 Regalo de mi padre deacon (parte 2) appCapítulo 85 Amenaza de una loca appCapítulo 86 ¡Solo me falta… egan! appCapítulo 87 Nuestra boda (parte 1) appCapítulo 88 Nuestra boda (parte 2) appCapítulo 89 El estado de ivette appCapítulo 90 Oriana debe intervenir appCapítulo 91 La operación de ivette appCapítulo 92 La revelación de eros appCapítulo 93 Recibiendo pequeños milagros appCapítulo 94 Boda de eros y nadina appCapítulo 95 Ya son siete meses de embarazo appCapítulo 96 Historia de julián y adara (parte 8) appCapítulo 97 El nacimiento de deacon (parte 1) appCapítulo 98 El nacimiento de deacon (parte 2) appCapítulo 99 Historia de julián y adara (parte 9) appCapítulo 100 Historia de julián y adara (parte 10) appCapítulo 101 Nuestras bodas appCapítulo 102 Epílogo - nosotros decidimos ser felices app
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