Capítulo 6 Acordar algo
Intento procesar que es lo que está sucediendo, porque no me parece lógico que un hombre tan poderoso se conforme con una mujer lobo defectuosa, pero, él no está jugando, ya que, se pega a uno de mis pechos con tanta violencia que no puedo evitar gemir.
Mi espalda se arquea, mis manos se aferran a él y yo soy cargada por él rumbo a una pared que se abre antes que la toque con mi espalda. Sus manos, se aferran a mi ropa y en pocos segundos soy despojada de esta, causando que reaccione por el calor que mi cuerpo siente y él parece provocar.
¡Espera un momento! — digo alejándome de él solo para tropezar con la cama que me hace rebotar cuando caigo sobre ella.
Si estabas cansada de la posición, pudiste decirme, querida. Pero, no te regañaré, ver tu pecho rebotar es una vista hermosa.
¡Rey alfa! — exclamo avergonzada, cubriendo mi pecho son mis brazos.
¿Por qué te cubres? Anoche lamí cada parte de tu cuerpo para sanarte, así que, no hay un solo centímetro de tu piel que no conozca. — dice él y yo siento que voy a morir de la vergüenza.
Por breves segundos, pienso que me está engañando, pero, ¿Por qué se tomaría el trabajo de jugar conmigo cuando es un hombre tan ocupado y de un rango muy superior al mío?
Por eso, pienso que es posible que el hilo del destino que nos conecta sea quien lo haga actuar de una manera inesperada conmigo. Por lo que, intento alejarme de él, para hablar sobre ello, ya que, casi desnudos, no es una buena forma de hablar.
R-rey alfa… — susurro.
¿Quieres que use preservativos o lo dejamos a la suerte? — pregunta el rey alfa y yo siento que voy a morir de la vergüenza.
¡Rey alfa! ¡hablemos un poco!
¿No quieres ser mi pareja? — pregunta él con una mirada seria y su aura peligrosa que me asusta.
Señor…
¿Ese bastardo te rechazo y tú vas a rechazarme, es eso? — pregunta él y yo entro en crisis.
Ahora no está razonando porque se ha dejado llevar por… un olor extraño aparece y yo veo como de su piel salen gotas de sudor que me angustian, porque no hace tanto calor para sudar de esa forma.
Rey alfa…
Si no quieres ser mi pareja, sal de aquí. Mi periodo de celo ha empezado. — dice él y yo siento como varias mini versiones de Antonella corren por mi mente con sirenas anunciándome peligro.
Rey alfa…
He esperado con impaciencia a mi pareja y lo que obtengo es una niña que no sabe que es lo que quiere. Que decepción. — dice él tomando una túnica para posteriormente marcharse.
‘¿Qué hiciste, loca mujer? Quieres escapar de esa manada desastrosa y no te aferras a esta oportunidad. El rey alfa puede ser extraño, pero, hasta el momento te ha tratado bien.’ me regaño mentalmente.
Mi cuerpo reacciona y yo busco mi ropa, pero, no puedo usarla por lo destruida que la dejó el rey alfa, por lo que, tomo una de sus camisas y salgo del lugar sin saber hacia dónde caminar.
Necesito hablar con él, pero, estando en celo no es posible, por lo que, por mucho que quiera aclarar las cosas, no es el momento oportuno.
Señorita…
¿Hacia dónde puedo caminar para encontrar la salida?
Si no quiere ser vista, lo mejor es que use la puerta de la cocina, está al este. — dice una chica con uniforme del servicio doméstico.
Entiendo, gracias.
Una alarma suena y yo siento miedo porque la chica que está conmigo parece asustarse. Así que, miro a mi alrededor, con preocupación.
Márchese ahora, la familia Waldorf vino a causar problemas y no quiere toparse con ellos. — dice la mujer empujándome hacia la cocina.
Rápidamente, corro lejos del caos, percibiendo el aroma de muchos lobos, por lo que, salgo del castillo tenebroso intentando encontrar una salida, pero, el lugar está rodeado del bosque. Así que, sin otra opción, me adentro al bosque implorando que esos lobos con feromonas tan fuertes se marchen pronto.
¿Qué sucede, Antonella? ¿Estás en un programa de televisión sobre como sobrevivir a las amenazas el día de tu cumpleaños? — pregunto molesta mientras corro mirando hacia atrás confirmando que no me están persiguiendo.
Pero, termino chocando con algo que creyendo que es un árbol, me abraza y me observa con unos ojos rojos que causan miedo.
R-rey alfa. — susurro.
El parece reaccionar, pero, de la forma menos esperada, porque de inmediato me besa con tanta violencia que siento que va a arrancarme los labios, pero, es algo más que me arranca; la camisa.
‘¿Acaso es divertido para él romper la ropa que tengo puesta?’ me pregunto mentalmente.
R-rey alfa…
Estoy en celo, Antonella. Así que, escoge, ¿vamos a confirmar nuestra relación o no? — pregunta él abrazándome con fuerzas.
‘Parece que me está dando una opción, pero, no es así.’ me digo mentalmente.
¿Si lo hago me sacarás de la manada luna plateada?
Claro que sí, no podría tener a mi luna en otra manada. — dice el rey alfa.
Entonces tómeme, rey alfa. Sellemos nuestra relación mediante el sexo. — digo y él de inmediato, me carga y camina conmigo hacia el agua que nos cubre solo para él tocarme a su antojo.
No me acostumbro a su salvajismo, pero, ese es el menor de mis problemas, porque algo golpea mi intimidad y yo entro en pánico cuando rompe mi ropa interior y esa cosa que golpea en mi intimidad, se posiciona en mi entrada.
S-señor…
Respira profundo, Antonella. — dice él con una voz ronca y peligrosa.
Yo…
Estoy por hablar, pero, sus feromonas me desestabilizan y yo comprendo porque las mujeres que ya han alcanzado su mayoría de edad y no están marcadas, se alejan de los lobos en celo.
Mi cuerpo, se enciende como si fuera la gasolina a la que una pequeña luz alcanzó y es por eso, que es mi cuerpo el que presiona y permite que esa parte del cuerpo del rey alfa se abra camino por un lugar al que nadie había permitido entrar.
Oh, diosa luna… — susurro aturdida aferrándome al hombre que gime ante el contacto, para posteriormente empujar con tanta fuerza que una lágrima sale de mis ojos, ante el dolor que se expande en mi canal.
Ya no soy virgen.