Capítulo 6 La decepción que me corroe
Oliver.-
— ¿De verdad? Apenas si la conoces –Exclama Gabriel sorprendido al enterarse de mi propuesta de matrimonio para Fay.
— No voy a intentar explicarte, pero la amo, es la mujer que quiero para mí, la que quiero a mi lado
— Pero, no sabes nada de ella, es una chica muy hermosa, muy amable, no lo niego, pero no conoces a su familia, ni su pasado
— No voy a casarme ni con su familia, ni con su pasado y está decidido Gabriel esta noche le pediré matrimonio a Fay –Digo con una emoción que no pensé que tendría en mi corazón pero eso es lo que ha hecho Fay, me ha dado esperanza, alegría, le ha dado color a mi vida siento que es la única oportunidad que tengo de ser feliz y me voy a aferrar a ella como un perro se aferra a un hueso.
(…)
Observo el anillo una y otra vez, miro la hora en mi reloj ocho con diez, siento una incomodidad en mi pecho, una ansiedad Fay nunca llega tarde a nuestras citas.
Veo a todo el mundo inmerso en sus conversaciones, mi mirada no se aparta de la puerta, bebo un sorbo del vino que pedí cuando la anfitriona se acerca a mí.
— Disculpe señor Stone, pero me pidieron que le hiciera llegar esta nota –Mis cejas se unen casi volviéndose una sola, asentí tomando la nota, era de Fay pidiéndome que la viera en otro lugar, estaba confundido habíamos quedado en que cenaríamos aquí, de inmediato me pongo de pie y salgo del restaurante sin decir nada más.
Conduzco velozmente por la carretera con la nota en mi mano me estaciono cuando descubro que es un hotel.
— ¿De qué se trata esto? –Me bajo y entro al lugar la recepcionista se percata de mi presencia y me muestra su sonrisa coqueta.
— ¿Puedo ayudarlo en algo?
— Si, busco a Fay Makris me cito aquí –Ella me mira y vuelve a sonreír con una ceja enarcada.
— Habitación número 35 –Me ofrece la llave, la miro confundido sin embargo la tomo y subo en el ascensor.
— ¿Por qué me citaste aquí Fay? –Cuando el timbre del ascensor suena salgo, hay algo en todo esto que no me da buena espina, mi intuición me dice que algo no anda bien, me paro justo frente a la puerta, meto la llave y abro lentamente doy solo dos pasos cuando mis ojos se enfocan en la imagen que se presenta frente a mí y mi corazón se detiene.
— Pero, ¿Qué? ¿Quién eres tú? –Me pregunta el hombre acostado al lado del cuerpo desnudo de Fay.
— Eso mismo te pregunto ¿Quién eres? ¿Y qué haces con Fay? –Él idiota sonríe.
— ¡Aaah, claro! Así que tú eres el millonario, yo soy el prometido de Fay –Sentí como si un balde de agua fría cayera sobre mi cuerpo, mi respiración se acelera, mis puños se cierran con fuerza, y mi mente se nubla a medida que la ira va en aumento.
— ¿Qué? ¿Su qué? Despiértala ahora mismo –Cuando me voy a acercar Fay comienza a reaccionar.
— ¡Mi cielo, despierta! Tenemos visita –Fay se levanta adormilada, cuando sus ojos se enfocan en mí, gira a ver al idiota y luego intenta cubrir su cuerpo con la sabana.
— Oliver…
— ¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO FAY?! –Grito y veo su cuerpo estremecerse, pero pronto su mirada rígida vuelve a mí.
— ¿Qué significa? Significa que lo nuestro no fue más que diversión Oliver, lo fuiste para mí así como lo fui para ti –Camino de un lado a otro intentando entender.
— ¿De qué estás hablando?
— Descubrí que amo a Otto, realmente él es el hombre con el que quiero estar, yo solo quería descubrir lo que se sentía estar con otro hombre, pero ya tomé mi decisión
— ¡ERES UNA CUALQUIERA! –Me acerco cuando el idiota bloquea mi camino, levanto mi puño y lo golpeo justo en la nariz haciéndolo caer.
— ¡¿QUÉ HACES?! ¡NO! –Alcanzo a llegar a ella y la tomo por el cuello.
— ¿Cómo te atreviste a jugar conmigo de esta manera? –Veo su cuerpo desnudo ante mis ojos- ¿Sabías lo que significabas para mí? -Noté como su rostro cambiaba de color, solté su cuello- No te atrevas a ir a mi hotel, estás despedida.
Salí de la habitación, sentía como si todo a mi alrededor se desvaneciera, no podía creer lo estúpido que había sido, me di la oportunidad de amar y solo fui un estúpido, pero esto no se va a quedar así.
Siento un fuego que arde dentro de mí, una tormenta que no cesa, es la rabia que me consume, la decepción que me corroe, confíe ciegamente en ella, entregué mi corazón, y ahora, aquí estoy, con el alma hecha pedazos y la confianza desvanecida. ¿Cómo es posible que me haya fallado así? Cada promesa rota es una puñalada a mi ser, cada palabra vacía, un eco de lo que nunca será.
(…)
De mi boca sale un eructo, veo las botellas vacías sobre mi mesa de centro, las lágrimas no dejan de salir y no solo son de dolor, son de rabia, de impotencia, el sonido de mi celular suena insistentemente, me pongo de pie camino hacía el baño, ya amaneció y tengo que vengarme de la maldita que rompió mi corazón.
Fay.-
Toso intentando hacer llegar que el aire entre de nuevo a mis pulmones, mis lágrimas comienzan a brotar, el corazón me duele al ver salir al hombre de mi vida. ¿Cómo me pude equivocar tanto?
— ¿Fay? ¿Estás bien cariño? –Otto se acerca a mí, veo como su nariz está llena de sangre, cubro mi cuerpo alejándome de él.
— ¡Deja de decirme cariño! Si hice esto no fue para volver contigo Otto, entiéndelo, fue para vengarme de él.
— Pero, Fay –Alzo mi mano y hace silencio.
— No te amo, hice esto para alejar a Oliver de mi porque es lo correcto, pero eso no significa que tú y yo vamos a volver
Salgo de la cama buscando mi ropa y me encierro en el baño, deslizo mi cuerpo hacia al piso al cerrar la puerta y dejo escapar el llanto desconsoladamente, recordando su mirada llena de odio y decepción.
— ¡Qué hipócrita!
¿Cómo pudo hacerse el ofendido? Cuando él me mintió viéndome a los ojos, se va a casar y va a tener un hijo con otra mujer, no puedo creer que fui tan estúpida de creer en sus palabras. Ahora mi vida está arruinada con el corazón roto y aparte sin trabajo, mi madre me va a matar.
Al salir de ese hotel sentí como si el suelo se abriera bajo mis pies, dejándome caer en un abismo de desilusión. Cada latido de mi corazón resonaba con el eco de mis expectativas destrozadas, como si un huracán hubiera arrasado mi mundo interior. Mis ojos ardían con las lágrimas que se negaban a caer, mientras mi mente luchaba por aceptar la cruel realidad que se cernía sobre mí. La decepción se aferraba a mi pecho como un peso insoportable, y cada suspiro se convirtió en un recordatorio agudo de la burla y engaño de Oliver.
(…)
Llego a mi casa limpiando mi rostro, entro con la intención de ir directamente a mi habitación, pero noto la presencia de mi madre en la sala.
— ¿Lo hiciste? –Asentí y una lagrima se escapa derramándose por mi mejilla Mañana anunciaremos tu compromiso con Otto, su familia está de acuerdo –Abro los ojos sorprendida.
— ¡NO!
— No me discutas Fay, todo el mundo habla de que eres la amante de un hombre comprometido y yo no voy a quedar en ridículo.
— Si eso es lo que tanto temes, pues me largo de aquí y me alejo de ti, porque aquí ya no me queda nada, ni siquiera trabajo tengo ya, mañana mismo recojo mis cosas y me voy, no voy a permitir que me digas con quien casarme y con quien… -Mi mejilla sintió el tacto de su cachetada el ardor llegó segundos después.
— No te voy a permitir que me hables de esa manera, te enseñé principios, valores, moral tu padre estaría profundamente decepcionado, arruinaste tu vida por nada, abandonaste una hermosa relación con un muchacho que realmente te amaba y valía la pena ¿Para qué? ¿Para meterte en la cama de un tipo con dinero que solo se burló de ti? que usó tu cuerpo como una cualquiera, harás lo que yo te ordene o si no
— ¿O si no qué mama? ¿Vas a amarrarme, llevarme a la iglesia o al juzgado atada de manos? ¡NO ME VOY A CASAR CON OTTO! –Le pase por un lado azotando la puerta, podía escuchar sus gritos llamándome, pero no mi re hacia atrás, debía comenzar de nuevo.