Capítulo 47 La cazafortunas
Arabella simplemente bajó la cabeza. No podía enfrentarlo porque sabía que pedirle dinero era demasiado descarado. Ella no era ese tipo de persona, pero con su situación, no le quedaba otra opción. A juzgar por la reacción de Bill, sabía que él la había malinterpretado. ¿A quién le importaba? Necesitaba el dinero para encontrar a la persona que estaba detrás del intento de asesinato de su padre. Lamentablemente, su carácter se vería muy mal a los ojos de Bill.
—Entonces, dime, ¿no me dejaste anoche porque querías ese dinero? —La sonrisa juguetona que llevaba puesta desapareció instantáneamente en el aire.
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