La sonrisa de Rosalinda se desvaneció gradualmente. Permitió que su mirada se posara en Chase un poco más de lo necesario. Su encuentro con él hace unos días y sus palabras sin guía pasaron por su mente en cuestión de segundos.
Tragó saliva con fuerza mientras una sensación de culpa inundaba su corazón. Apartó la mirada y se ruborizó. ¿Qué está haciendo él allí? ¿También vino a cenar?
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