Capítulo 8 Se avecinan problemas
Ella levantó la cabeza y vio al tipo parado, imponente sobre ella. Tenía un parecido sorprendente con Jace Hudson y había escuchado a Eduardo referirse a él como 'Segundo maestro' hace un rato.
-Buenos días, señor-, saludó Arianna, levantándose y inclinando la cabeza. Parece que las personas de la línea de sangre de los Hudson estaban destinadas a parecer como si hubieran sido moldeadas a partir de la misma escultura, y eso incluía a su hijo, Eli.
En este punto, realmente no puede decir si Eli realmente se parece a su padre, Jace Hudson, o a este tipo parado frente a ella. Se ven tan parecidos, con una tez y cabello similares.
-Soy Chase Hudson y tú eres Arianna Jason, amiga del Dr. Richard Delmark, ¿verdad?- preguntó Chase, con el rostro inexpresivo.
-Sí, señor-, respondió Arianna. ¿Fue a través de él que consiguió el trabajo? Richard le había dicho que tenía un amigo en la empresa. Probablemente él era el amigo de Richard.
-Encantado de conocerte. Empezaste aquí ayer, supongo-, preguntó Chase y Arianna asintió. -Bienvenida a la empresa Hudson. Espero que te diviertas aquí-, dijo.
-Gracias, señor Chase-, agradeció Arianna. No fue a presentarse a él, más bien él vino a ella. Este chico parecía ser diferente a su hermano, que se comporta como un psicópata.
-Sólo llámame segundo maestro. Soy el hermano menor de Jace Hudson. Y debo confesar que eres una mujer hermosa-, elogió Chase Hudson y asintió antes de salir de la oficina de Arianna.
Chase volvió a su oficina. Arianna es una mujer hermosa. A él le gustan ese tipo de mujeres y ella le resulta atractiva. Piensa en invitarla a salir.
Todos saben que él es diferente a su hermano mayor, Jace. Ha perdido la cuenta de la cantidad de chicas con las que ha salido y se ha acostado. Desecha a cualquier chica que ya no le interese.
Su teléfono sonó y vio que el identificador de llamadas era su hermano. Contestó y luego se levantó, entrando en la oficina del CEO.
Jace Hudson no había podido hacer nada después de que Arianna dejó su oficina. No puede imaginar que la mujer que había buscado por toda la ciudad durante cuatro años finalmente entró en su oficina.
Su búsqueda y deseo de encontrarla en los últimos cuatro años habían terminado. Pero ahora que la ha encontrado, no sabe qué hacer con ese conocimiento. ¿Y ahora qué?
Tuvo que instruir a Eduardo para que la detuviera de renunciar y ofrecerle un puesto tentador para mantenerla atada. Pero su mente estaba en blanco. No sabe qué hacer a continuación.
Chase entró en la oficina de su hermano mayor y se sentó frente a él. Vio la cara confundida de Jace y sonrió. Su hermano es el aterrador CEO de la empresa Hudson, pero también es su mejor amigo.
-¿Cómo te fue en tu tarea?- preguntó Jace. Le había asignado a Chase investigar sobre un proyecto y él estuvo fuera por eso el día anterior.
-Todo salió bien. Pude obtener toda la información que necesitaba con la ayuda de una guía. Y debo agregar que la guía es una mujer y es hermosa-, explicó Chase.
Jace suspiró. Chase es un mujeriego. Por el amor de Dios, le había aconsejado que se quedara con una sola chica o, mejor aún, que se casara. Eso reduciría o eliminaría por completo su promiscuidad, si es posible.
-Buen trabajo. Deberíamos pensar en invertir en ese proyecto lo antes posible. Necesitamos emplear manos competentes cuando se tome la decisión final-, declaró Jace Hudson.
Se había olvidado por completo de colocar el colgante y el collar en su lugar, los estaba sosteniendo y eso llamó la atención de Chase.
-Ese colgante...- Chase se quedó sin palabras. ¿No es el que su hermano dijo que había dejado atrás esa mujer con la que tuvo una aventura de una noche? ¿Por qué lo está sosteniendo?
Jace miró su mano y se dio cuenta de que realmente seguía sosteniendo el colgante. -Finalmente la encontré-, soltó Jace, su mirada seria hizo que Chase entrecerrara los ojos.
-La encontraste, ¿quieres decir...- Chase estaba diciendo cuando Jace lo interrumpió, -La mujer de hace cuatro años, aquella con la que tuve una aventura de una noche-, explicó Jace.
Chase se quedó sin palabras. Jace había estado buscando a esta mujer durante los últimos cuatro años. Ni siquiera podía concentrarse en hacer nada durante varios meses, solo ansioso por encontrarla y saber quién era.
Finalmente la encontró. Está contento de haberlo hecho. Sus preguntas encontrarán sus respuestas. Había estado preocupado de que un enemigo lo hubiera engañado y pudiera usarlo en su contra en el futuro.
Sonrió. Una sonrisa de megavatios para mostrar lo emocionado que estaba de que Jace finalmente la conocería e interrogaría. Esa mujer era la principal razón por la que Jace no se lleva bien con ninguna mujer, junto con su difunta prometida.
-¿La has conocido?- preguntó Chase y el timbre de la puerta sonó. Jace y Chase miraron y dijeron -pase- al mismo tiempo.
Sara entró y dijo -Perdón si interrumpo, señores, el presidente de la cooperación Ocean Side ha llegado para la reunión-, anunció.
-Lo encontraremos en la sala de conferencias-, respondió Jace y se levantó. Chase también se levantó, él es el presidente de la sede de Hudson en Z-City mientras que Jace es el CEO del conglomerado a nivel mundial.
Cada decisión que se tome sobre la empresa debe involucrarlo. Salió antes que Jace y también fue a la sala de conferencias.
Durante el almuerzo, Chase pidió ver a Arianna y le pidió que lo acompañara a almorzar. Ella tímidamente lo rechazó. No es del tipo que acompaña a los hombres a almorzar.
-No estoy buscando tu opinión al respecto. Te ordeno que vengas conmigo-, ordenó Chase Hudson. No hay mujer en la empresa que alguna vez lo haya rechazado, excepto esta nueva empleada.
¿Cree que él acepta un No como respuesta? Siempre consigue lo que quiere y eso incluye a cualquier mujer que elija. Puede acostarse con ellas unas cuantas veces y luego dejarlas ir, pero eso solo si decide dejarlas ir.
-Señor, no creo que sea buena idea que yo lo acompañe a almorzar, señor, podría dar una impresión equivocada-, explicó Arianna rápidamente.
-No te atrevas a darme una lección. Es definitivo. Toma tu bolso y ven conmigo-, comandó Chase y Arianna suspiró. ¿No está este hombre cavando su tumba demasiado pronto?
Arianna se sentó en el auto con Chase. Se sentó y cruzó los brazos sobre el pecho. Él la miró y se preguntó por qué se veía incómoda estando con él.
Otras mujeres estarían contentas de hacerlo. ¿Por qué ella parecía distante? Miró su vestido, se veían baratos e inferiores. Definitivamente es una mujer pobre.
Podría hacerla rica de la noche a la mañana. Si ella simplemente le permitiera estar con ella, eso sería suficiente para que su estatus cambiara. Se aseguraría de seducirla y hacerla suya.
-¿Tienes novio?- preguntó. Ya había revisado su perfil y vio que todavía está soltera. Pero ella no mencionó nada más, como estar en una relación.
-No-, respondió Arianna casi de inmediato. Su respuesta fue rápida y Chase frunció el ceño. Algo la está molestando.
Arianna sentía que su corazón latía demasiado rápido. Si Jace Hudson se enterara de que había almorzado con su hermano, ¿no confirmaría que ella es una mujer casual?
-¿Estás en alguna relación, quiero decir, comprometida o algo así?- Chase indagó más. Miró a Arianna y ella respondió negativamente.
Apartó la mirada de ella. Tenía una apariencia encantadora y su aura era intimidante. Pero parecía que el aura dominante y opresiva de Jace era diez veces mayor que la de su hermano.
-¿Has estado en una relación antes?- Chase preguntó de nuevo.
-Sí, pero es complicado-, respondió Arianna y apartó la mirada.
No hubo más conversación hasta que el teléfono de Chase hizo un sonido. Vio quién era y respondió: -Sí, bien. Encuéntrame en el Samson and Delilah-, declaró y colgó.
Arianna se sintió aliviada. Al menos alguien se uniría a ellos para que fueran tres. De esa manera, era mejor que estar sola con Chase.
Diez minutos después, el coche se detuvo frente a un hotel y el gran letrero decía:
Bienvenido al Hotel Samson and Delilah
Arianna suspiró, qué nombre para un hotel.
Mientras el chófer estacionaba, Chase dio instrucciones a su asistente y a los guardaespaldas. El asistente fue a la recepción mientras los guardaespaldas se quedaron afuera.
Apenas se habían acomodado cuando su asistente le trajo una llave. Chase la recogió e instruyó al asistente que esperara en el coche.
-Espérame aquí. No te muevas ni un centímetro hasta que regrese. Pero puedes pedir lo que quieras-, instruyó Chase a Arianna y se fue.
***
Chase iba a encontrarse con alguien más. Y la mujer entró y se dirigió directamente al número de habitación que Chase le había dado. Nadie le prestó atención porque también había varias personas entrando y saliendo.
Cuando Rosalinda tocó el timbre, el ansioso Chase abrió la puerta. Ella entró y él cerró la puerta desde adentro.
Ni siquiera pudo esperar a que ella dejara su bolso cuando comenzó a besar sus labios y su cuello.
-Me tendrás como quieras, cariño, pero déjame ducharme primero-, dijo Rosalinda, poniendo su dedo en sus labios.
Treinta minutos después, Chase Hudson estaba debajo de las sábanas penetrando a su mujer con fuerza.
-... oh Chase, serás mi perdición... ah... oh... fóllame más fuerte, puedo soportarlo... solo hazlo más fuerte...- Rosalinda gimió extasiada.