El rostro de Henry Hudson se contrajo. Miró a su hijo mayor mientras este fulminaba a su hermano con una mirada asesina. Es terrible para un hombre encantador y guapo de su edad carecer de la habilidad para desempeñarse bien.
Los ojos de Amelia se llenaron de lágrimas. No es de extrañar que él se haya mantenido alejado de las mujeres toda su vida. Aparte de su difunta prometida Clara, ella no conocía a Jace con ninguna otra mujer.
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