Capítulo 2 El amor de hera

Helel ben Sahar quedo impregnado del inexplicable aliento del llamado amor que la oscuridad llamada Hera estaba derramando sobre Helel, no se resistió en lo absoluto a esa oscuridad que lo abrazo e hizo ingresar a la profundad que estaba siendo llamado y llevado sin encontrar un aparente final; Helel completamente dispuesto a sentir más de ese “Amor” expulso una gran cantidad de poder desde su interior debido al excitante placer que Hera le comenzó a provocar en cada sensor de su cuerpo divino y perfecto que poseía Helel, su gracia comenzó a derramarse por toda la oscuridad, provocando que se fusionara su deseo con algo que crearon llamado “Lujuria” Conforme Helel comenzó a navegar por las entrañas de Hera, se liberaron todos los deseos de esa Diosa desterrada de los tronos supremos, el amor se hizo entre ellos de la manera más inaudita posible; Hera le dio todo aquello que en su momento le entrego a los otros 4 padres celestiales y que cada uno de ellos disfruto el contacto con Hera, por lo que ahora una creación de los 3 padres creadores, estaba cayendo en las entrañas de Hera que a su vez lo estaba dotando de su fuerza y poder sobrenatural para la guerra y de esa manera reclamar lo que a Hera le correspondía por derecho y obligación desde el inicio de todo y del todo supremo. Una explosión de placer tras otra existió en el cuerpo de Helel, comenzando a sentir como su cuerpo se llenaba de la misma oscuridad y del mismo deseo acompañado de la lujuria que ahora corría por su interior, su esencia divina fusionada con la oscuridad le estaba dando un poder único y casi llegando a la misma apariencia de uno de los padres de la creación, su santidad se elevó al máximo nivel de los Dioses, su fuerza era inconmensurable y su gracia igual a la de dos Dioses. En definitiva “Hacer el amor con Hera” le dio la fuerza y el poder que antes no poseía pero que no era suficiente como para destronar a los tres Dioses existentes y con ello reclamar el trono de la que ahora era su amante “Hera” — ¿Helel, te has sentido satisfecho con lo que sucedió entre nosotros en el espacio y tiempo que fue nuestro cómplice y que así mismo está a nuestro favor? ¿Verdad que estas de nuestro lado Hariel? Hariel, era el segundo Dios desterrado por los 3 supremos que gobernaban los tronos, Dios del espacio y tiempo, Dios que era capaz de manipular el espacio de los mismos Dioses, pero que ninguno de los que gobernaban los tronos serian vencidos tan fácilmente por Hariel. Por lo que se podría decir que el hecho que Helel era a semejanza y perfección de esos Dioses supremos ¡Añadiéndole el poder de Hera y Hariel! Prácticamente Helel sería aún más semejante a los 3 Dioses sobre los tronos y con ello asegurar la victoria en el reino celestial. ¡Solo surgió un pequeño inconveniente en el plan de los Dioses desterrados y de Helel! Aunque no lo supieron de inmediato y Hariel no se percató en lo absoluto de lo que sucedió en el interior de Hera al momento de que con Helel juntaran sus cuerpos celestes y divinos, ¡Hera quedo completamente enamorada de Helel de la forma más extraña y sobrenatural posible! De momento Helel no se explicaba ese sentimiento que saltaba de su interior sin desear que Hera y Hariel lo percibieran con su divinidad ¡Seria un sentimiento muy difícil de ocultar ante los Dioses de la creación que gobernaban y regían el reino celestial! Por su parte Hera, con un sentimiento aún más compenetrado su oscuridad comenzó a ceder y con ello a desvanecerse la forma que adopto al momento de haber sido desterrada de los tronos, ¡Inexplicablemente para Hariel, Hera comenzó a surgir desde la oscuridad para dejar ver su espectacular e inimaginable belleza rodeada de gracia! Ese cuerpo de celestial Diosa comenzó a surgir desde la densa y gruesa oscuridad que la cubría, Helel no dejaba de ver la transformación que estaba sufriendo Hera en ese instante, Hariel de igual manera no dejaba de apreciar y llenarse de lujuria al momento de ver esa gracia hermosa que surgía de la misma nada, aunque la “Nada era una de los otras Diosas desterradas de los tronos” por lo que fue la separación de la nada con la oscuridad, lo que en algún momento se revelaría la separación de las Diosas. Esa conmoción y separación llego inmediatamente a los sentidos agudos de Ishmalkahama, lo que provoco que se apartara de los dos Dioses creadores para llamar en secreto a Helel. — ¡Helel! ¿En dónde te escondes que apenas y puedo sentir tu gracia deambulando en las extremidades de la oscuridad? Preséntate ante mí inmediatamente. Helel al recibir el mensaje extrasensorial de Ishmalkahama, se lo hizo saber a Hera para que supiera que no se estaba despidiendo de ella por voluntad propia. — ¡Amada Hera, sin duda me has entregado algo más que tú ser interior en este encuentro divino que experimentamos, pero es muy necesario que te deje de momento! — ¡Ve Helel con Ishmalkahama! Ahora que tu esencia y gracia se ha fusionado con mi ser interior, he logrado escuchar el llamado que te han realizado, ve inmediatamente y regresa a mí en cuanto puedas pasearte por mis linderos nuevamente ¡Puedes tener la absoluta seguridad que te estaré esperando con la ansiedad y deseo que has dejado en mi interior por ti! Helel llego en menos de lo que tarda un parpadeo en suceder a la presencia de Ishmalkahama, haciendo inmediata reverencia hacia su padre que deseaba averiguar y saber de los mismos pensamientos de Helel el lugar en el que se había encontrado instantes antes de su llegada. Ishmalkahama era vulnerable al espacio y tiempo que Hariel manipulaba, siendo el único Dios que alcanzaba ese nivel por encima de cualquier otro. Hariel al instante que Ishmalkahama intento leer el sentimiento y pensamiento de Helel, detuvo el tiempo y así mismo provoco que cualquier gracia de Hera que estuviese involucrada en Helel, desapareciera por unos breves instantes para luego acelerar el tiempo y de esa forma hacerle creer a Ishmalkahama que ya había averiguado sobre el lugar donde supuestamente se encontraba Helel antes de ser llamado a su presencia. — ¡Así que te encontrabas con los ángeles que te encomendé hace siglos! No es mi intención decírtelo Helel, pero déjame decirte que he escuchado en los linderos de todo el reino celestial que existen ángeles y arcángeles que desean una rebelión en contra de los padres creadores ¿Tú conoces algo al respecto? — ¿Pero padre, quien soy yo para ocultarte algo como eso, acaso no eres el supremo sobre los Dioses y sabrías si he sido yo o cualquier otro ser el que se desea revelar en tu contra y de los otros Dioses creadores? Mi gracia esta siempre a tu disposición si es lo que deseas saber e investigar para conocer la verdad. — ¡No hijo, todo marcha bien contigo! De seguro existe una buena razón para que esos comentarios estén surgiendo de los pensamientos de aquellos ángeles que al instante han sido consumidos por mi gracia, también deseaba recordarte hijo que no debes pasear por los linderos de la oscuridad y de la nada, porque son lugares y reinos muy distintos al reino celestial y solo está destinado para aquellos rebeldes que han deseado estar en el trono sin merecerlo. — ¡Lo se padre! Solo he transitado por esos lugares debido a que en ocasiones he visto como algunos ángeles desterrados han deseado salir de la oscuridad, pero con la espada de luz llena de tu gracia, los he mantenido al margen. Helel salió de la presencia de su padre, mismo que como en muchas ocasiones se reunió con los otros tres para definir a sus elegidos, en lo que Ishmalkahama se retiraba y dejaba a Helel en soledad, este último estaba en su interior con un sentimiento oculto ¡Por más increíble que parecía, logro ocultar a la perfección ese sentimiento de Hera! Paseándose por el paraíso y lugares nunca antes vistos por ningún otro ser divino más que solo los Dioses y querubines, así como los serafines, Helel recreaba en su interior el momento en el que Hera le enseño a Hacer el amor divino, era algo sin explicación y que lo empujaba a buscar nuevamente a Hera para volver a sentir esa experiencia que de ellos había nacido toda lujuria y deseo, debido a que el amor como Hera lo llamaba, en verdad nació de ella con los Dioses del reino celestial, pero con Helel el amor se transformó en deseo y lujuria ¡Era como experimentar el amor elevado al infinito! ¿Qué más era lo que Helel necesitaba para estar con Hera? Más que el deseo de ir a buscarla y encontrarla, pero no sería en su forma antigua, más bien de ahora en adelante Hera se mostraría ante Helel, como la hermosa Diosa femenina que en verdad era su gracia interna y que fue oculta por Ishmalkahama para que nadie más la lograse ver en su existencia, lo que cabía resaltar que Helel fue capaz de liberar a Hera de su prisión interior. Hera por su parte esperaba con ansias el regreso de Helel, que para el tiempo que tardo en estar ante la presencia de Ishmalkahama y divagar por las inmensidades del reino, ya transcurrían 10 milenios desde que la vio y de haber hecho el amor con la que sin darse cuenta se convirtió desde entonces en el único amor de toda su existencia, entre Hera y Helel nació lo que sería llamado el verdadero amor, Helel no lo comprendía de esa forma, pero Hera lo llegaba a creer de esa forma, debido a que en el pasado Hera fue la primera esposa de Ishmalkahama, por lo que ahora nuevamente el amor pero aumentado con la gracia de Helel, fue lo que provoco que ese amor ahora se convirtiera en eterno. Hera en su forma femenina, comenzó a buscar de Helel por los siglos de los siglos sin que los Dioses se percataran de su presencia, en algunas ocasiones se hacía parecer a un ángel cualquiera para ingresar al reino celestial, en otras ocasiones su gracia era semejante a los serafines para llegar hasta el palacio mismo de los Dioses sin que esta llegase a ser vista o escuchada por los guardianes, Hera estaba en búsqueda de Helel, pero aun no le era posible establecer su paradero, por lo que fue inmediatamente en búsqueda de Hariel para solicitarle ayuda. — ¡Necesito que me ubiques a Helel nuevamente Hariel! Interviene el espacio de los Dioses de los tronos para que de esa manera podamos ubicar a Helel ¿Por qué será que no aparece por ningún sitio en el reino celestial? ¿Acaso no siente el mismo deseo que arde en mi interior por su gracia? ¿Qué piensas tu Hariel? — ¡Lo siento Hera, pero me haces sentir que en ti hay algo que no sucedía desde que Ishmalkahama te desterró de su gracia! ¿Te has enamorado de Helel? Déjame decirte que Helel no deja de ser una creación de ese mismo Dios que te desterró de tu trono divino, por lo que no creo que el aliarte con Helel sea una buena idea ¡Incluso Ishmalkahama podría llegar a descubrirlos y entonces provocarías su inmediata desaparición y así mismo provocar la ira hacia ti nuevamente que podría provocar que en esta ocasión te desapareciera o encierre por siempre! — ¡No me importa Hariel! Lo que deseo es que aparezca nuevamente y venga a mi como hace diez milenios ¡En verdad lo necesito dentro de mi ser! Su gracia me hace rejuvenecer y me llena de esa esencia que brinda nuevos sentimientos de amor y de deseo ¡La lujuria con la que nacimos de nuevo es espectacular, pero es muy necesario que este siempre a mi lado, lo necesito siempre a mi lado! porque estoy enamorada como nunca lo podría volver a estar de otro ser divino. ¡De pronto una gracia desconocida interrumpe la conversación entre Hariel y Hera! Con un enorme estruendo y con una gracia aun mayor que la de Helel, debido a que Helel en lo particular trataba la manera de reprimir su poder celestial divino, al mismo tiempo que tres juegos de alas enormes, doradas con tonos plateados, cubren su esencia y gracia, exclamando al instante que interrumpió la conversación entre Dioses… — ¿De quién es que estas enamorada Hera? ¿Es posible enamorarse o permitido llegar a sentir amor y atracción para una Diosa de un ser inferior?
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Índice
Capítulo 1 Creación Capítulo 2 El amor de hera Capítulo 3 Intervención Capítulo 4 Corrupción Capítulo 5 Nuestra voluntad Capítulo 6 Un deseo inapropiado Capítulo 7 Forma humana Capítulo 8 Pecados Capítulo 9 Silencio Capítulo 10 Mientras dure la paz Capítulo 11 Revuelo Capítulo 12 La visita de los padres appCapítulo 13 Oscuro acuerdo appCapítulo 14 Planes appCapítulo 15 Convocados appCapítulo 16 Alimentando el ego appCapítulo 17 Tus deseos appCapítulo 18 Una realidad diferente appCapítulo 19 El origen de hariel appCapítulo 20 ¿Habrá manera? appCapítulo 21 Un solo amor appCapítulo 22 La transformación del amor appCapítulo 23 Orgullo de dioses appCapítulo 24 Sin respiro appCapítulo 25 El laberinto de la traición appCapítulo 26 La condena de los dioses appCapítulo 27 Entre el cielo y el infierno appCapítulo 28 Las huestes de maldad appCapítulo 29 Así como en el cielo appCapítulo 30 Confrontación appCapítulo 31 Fuerzas imparables appCapítulo 32 Mortal soberbia appCapítulo 33 Se desata el infierno en el cielo appCapítulo 34 Abaddon príncipe de las tinieblas appCapítulo 35 Retorno appCapítulo 36 Librando la batalla por la ciudad santa appCapítulo 37 La profecía del salvador appCapítulo 38 ¡Lo siento padre! appCapítulo 39 Destierro a traición appCapítulo 40 Un nuevo reinado appCapítulo 41 ¿Qué deseas? appCapítulo 42 El castigo y tormento de ishmalkahama appCapítulo 43 Dioses antiguos appCapítulo 44 Destinados appCapítulo 45 Todo es parte del plan appCapítulo 46 Majestuosidad appCapítulo 47 El retorno de la verdadera obscuridad appCapítulo 48 Diosa antigua appCapítulo 49 Conmoción en el inframundo appCapítulo 50 Cadenas rotas: abismos separados appCapítulo 51 Rey y dios hades: inframundo e infierno appCapítulo 52 Dioses vanidosos appCapítulo 53 Los tres grandes appCapítulo 54 Aclaración: vergüenza y superioridad appCapítulo 55 El pecado de la lujuria appCapítulo 56 Trinidad: santidades y pecados consumados appCapítulo 57 Samael inquebrantable appCapítulo 58 Supremacía inferior appCapítulo 59 Rompimiento: obscuridad y maldad appCapítulo 60 La caída de los dioses appCapítulo 61 Seis mil años después appCapítulo 62 Voces reprimidas: guardianes infernales appCapítulo 63 Destinos cruzados: caminos separados appCapítulo 64 Un año después: confrontación appCapítulo 65 Decisiones tomadas: amores de la existencia appCapítulo 66 Hagadol: el dios del destino de la humanidad appCapítulo 67 Cambio de vida appCapítulo 68 Holocausto: advertencias y vida digna appCapítulo 69 Deseos: apertura a una vida nueva appCapítulo 70 Abismo: resonancias del recuerdo appCapítulo 71 Amores con diferentes rostros appCapítulo 72 Recuerdos fragmentados appCapítulo 73 Ecos de la batalla appCapítulo 74 Los enemigos del destino appCapítulo 75 El cielo y la tierra appCapítulo 76 La fuerza del destino appCapítulo 77 Dioses y mortales appCapítulo 78 El amor prohibido appCapítulo 79 Sentimientos arrebatados appCapítulo 80 En otra vida a tu lado appCapítulo 81 Tiempo y arrogancia appCapítulo 82 El amor renace appCapítulo 83 La sombra de elyon appCapítulo 84 El retorno de los caídos appCapítulo 85 La ira de elyon appCapítulo 86 Renacimientos y maldiciones appCapítulo 87 El corazón de daniels appCapítulo 88 Sueños lúcidos appCapítulo 89 La humildad de lucifer appCapítulo 90 La lucha por la memoria appCapítulo 91 El hilo del destino appCapítulo 92 Sacrificio de amor: salvador de la humanidad appCapítulo 93 Lucifer: el nuevo nombre de helel appCapítulo 94 La intervención de hades appCapítulo 95 Despojo de poderes appCapítulo 96 Ragnar: dioses y humanos appCapítulo 97 Ragnar y daniels appCapítulo 98 Reunión familiar appCapítulo 99 Confesión: concepción de sacrificio appCapítulo 100 Amores perdidos: amores que volverán appCapítulo 101 La orden de elyon appCapítulo 102 Humanidad corrompida: deseos inapropiados appCapítulo 103 Espíritus condenados: deidades atormentadas appCapítulo 104 El juego de los dioses appCapítulo 105 Fuerzas divinas appCapítulo 106 Lucifer: el serafin caído appCapítulo 107 Hombres y dioses: amor inquebrantable appCapítulo 108 Sobrevive: la divinidad de ragnar appCapítulo 109 La proclamación de venganza appCapítulo 110 La angustia de lucifer appCapítulo 111 La resurrección de la memoria: el retorno de la diosa appCapítulo 112 El peligro inminente de daniels appCapítulo 113 Amor filial: amor de hermanos appCapítulo 114 La fuerza del amor: hilos del destino appCapítulo 115 La verdad en tus caricias appCapítulo 116 Una promesa que nunca muere appCapítulo 117 Un amor escrito en las constelaciones appCapítulo 118 La eternidad contenida en un beso appCapítulo 119 Nuestros nombres grabados en la eternidad app
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