Pesadilla en el fondo de la sala
La puerta cerró. Yo me quedé así mirando la inmensidad de aquella sala mohosa y con olor a encierro que apenas se iluminaba por la luz del sol de la tarde que se colaba desde una ventana que daba a lo que apreciase una especie de jardín también abandonado donde la vegetación crecía sin mucho orden y dejando adivinar que todo había sido dejado a la suerte. Las plantas que reinaban eran las más fuertes, imponiéndose sobre aquellas que sin los cuidados de los jardineros no tenían ninguna oportunidad de sobrevivir.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread