Capítulo 4 Mi vida cambió

Monserrat Son las últimas palabras que escuche de mi padre pues se entró llevándose consigo a Mónica que lo único que hizo fue llorar y gritar hasta desgastar su garganta, mira como un guardaespaldas de mi papá toma mi auto tirando al suelo todas mis pertenencias, recojo lo poco que no logró arrebatarme papá y tomó la pequeña maleta que Lilia logró sacar para mí, caminó sin rumbo alguno totalmente mojada pues ha empezado a caer un fuerte aguacero dejando todo lo que llevaba puesto mojado, miro en mi cartera y veo que tengo las tarjetas de crédito, camino hasta ver un cajero dónde poder retirar algo de dinero, pues tengo mi cuenta aparte de la empresa, llegó hasta un centro comercial y me dirijo hasta el cajero para sacar algo de dinero, introduzco la tarjeta y gracias a dios mi papá todavía no ha bloqueado mi cuenta personal, introduzco mi clave y sacó la mayor cantidad de dinero posible hasta cuándo mis transacciones quedan bloqueadas pero con lo que logré sacar será suficiente como para pagar un hotel mientras busco un trabajo, de acuerdo a mis capacidades laborales. Pero el dinero que saque tendré que hacerlo rendir así que no podré ir a un hotel cinco estrellas, tendré que confiarme con un motel de mientras mi capacidad económica mejora un poco, pero de algo si estoy segura es que mi padre no se va a quedar con lo que mi abuelo nos heredó, salgo del centro comercial todavía el agua no ha cesado, sigue lloviendo a mares pero así tendré que buscar algo donde vivir que se ajuste a mi presupuesto se ha hecho de noche y todavía sigo caminando hasta llegar a una zona que nunca en mi vida pensé pisar no por que me crea más que los demás si no que no me hubiera imaginado buscar donde vivir en un lugar tan paupérrimo. Camino hasta donde veo una luces bastantes dañadas donde dice motel “el encuentro”, hasta el nombre es curioso, camino hasta donde se supone es la recepción se encuentra un hombre gordo sentado durmiendo en una pequeña silla que apenas cabe su trasero, tocó una campana que supongo que tiene para que lo llame cuando no está en su puesto de trabajo —Buenas noches —hablo en voz alta para que aquel hombre gordo despertara y creo que lo logré pues se levantó y acomodó un poco sus pantalones que para mí parecer no es de su talla pues el pantalón es más chico que su cuerpo. —¿Qué se le ofrece? —pregunta lamiendo sus labios , «asqueroso» digo mentalmente —Necesito una habitación dónde poder pasar la noche. —El hombre me mira de arriba a abajo y siento que con su mirada me está comiendo. —Aquí se paga por adelantado, y el baño es para todos, no puede demorarse mucho —, abro mis ojos del asombro, por dios papá a qué me estás orillando. —Si no importa ¿cuánto vale la noche? —preguntó nerviosa, sacó algo de dinero y se lo pasó al hombre gordo que desde que despertó no ha hecho otra cosa que lamer sus labios y mirarme con depravación. —Pero aquí hay más —dice viendo la cantidad que acabo de entregarle. —Estoy pagando una semana por adelantado —respondí. Al menos eso es lo que espero que dure en conseguir trabajo, él asiente y me entrega lo que se supone que son las llaves de mi habitación están mojadas y huelen bastante mal creo que voy a vomitar, me indica cuál es mi habitación camino hasta llegar a un cuarto oscuro dónde al introducir las llaves me llevó más tiempo que caminar hasta acá, después de varios intentos por fin ingresó a mi nuevo hogar… Dulce hogar, dejo mi pequeña maleta sobre el suelo pues tengo mis ojos abiertos de en par en par nunca me imagine pisar un lugar tan paupérrimo en mi vida, las paredes están llenas de humedad los pisos están mojados y que digo de la cama si se le puede llamar cama. Caminó hasta donde está la cama para sentarme un poco pero caigo al suelo todas las tablas se han partido me imagino que por la humedad del lugar, no logro recuperarme del susto por la caída cuando veo un par de ratas que a mí parecer tengo yo más miedo que ellas pues yo he empezado a gritar como loca desesperada, levantándome del piso para empezar a saltar y gritar de la impresión pues además de ratas también hay cucarachas, no se que es más impresionante acá, estoy devastada. Anoche no pude pegar el ojo en toda la noche no por el lugar en que me encuentro, si no por la forma en que se comportó mi padre, decidí levantarme del catre donde se supone que iba a dormir pero hice de todos menos eso pues la mayoría de la noche aparte de dar vueltas en la cama me levantaba a espantar las ratas que cruzaban por mis pies, así que bueno al mal tiempo buena cara, tomó mi maleta que gracias a Dios le agradezco a Lilia que haya sacado algunas de mis pertenencias entre ellas las fotografías de mi madre, ahora después de buscar y revolcar casi toda mi ropa por fin encuentro mi toalla, me pongo unas chanclas y camino próximamente sin ánimos hacia la salida de mi habitación cinco estrellas, pongo seguro después de salir de la habitación y arrastro mis pies hasta donde el recepcionista me indicó que era el baño, anoche cuando llegué, me dije «bueno Monserrat tienes que ser fuerte» pero no contaba encontrarme con esto digo al momento de ingresar al baño y ver que está totalmente sucio, no hay agua para que al menos le echen agua al sanitario; tapó mi nariz para no sentir ese olor nauseabundo que sale de ahí, jalo de la palanca para que baje el agua y el baño quede limpio pero para mi desgracia no sale nada bueno, si sale pero lo único que sale es tierra, lo que me faltaba, salgo del baño si se le puede llamar baño y tomó un balde lo llenó de agua y le echó al baño dejándolo limpio. Al menos voy a poder hacer mis necesidades, terminó y me despojo de mi ropa pues lo único que quiero en este momento es darme un refrescante baño, abro el grifo y meto mi cuerpo pero salgo casi de inmediato al sentir el agua helada correr por mi cuerpo, no digo que nunca me haya bañado con agua fría lo que pasa es que esta está congelada y eso que estamos en verano, con mucho esfuerzo meto primero mis piernas y después mis brazos para después y por último meter por completo todo mi cuerpo pero duró sólo escasos tres minutos ya que el frío del agua me sacó prácticamente corriendo, tomó la toalla y enredo mi cuerpo en ella miró hacia la puerta donde minutos antes había dejado mi ropa pero ya no está lo que me faltaba, así que salgo del baño envuelta en mi toalla pero al salir siento muchas miradas sobre mi, pues hay varios hombres haciendo fila para ingresar al baño,solo que estos me miran con morbo, camino rápido hacia mi habitación intenté abrirla pero recuerdo que la llave la deje en la ropa que me robaron y ahora que no puedo estar por todo este hotel o motel o pensión cinco estrellas en toalla, así que caminó hasta la recepción donde se encuentra el mismo hombre gordo que me atendió anoche y que lleva puesta la misma ropa, al sentir mis pasos levanta su mirada de un periodo viejo con fecha de hace años lo sé porque recuerdo haber leído esa noticia —Buenos días señor, disculpa es que me robaron mi ropa y en ella tenía la llave que usted me proporcionó anoche —habló con este hombre sin percatarme que sus ojos recorren todo mi cuerpo y lame sus labios descaradamente —¿Y qué quiere que haga, que le pague la ropa? —deja salir una gran carcajada que logró asustarme por un momento pensé que le estaba dando algo. —No señor claro que no, eso sería imposible —trato de sonar serena pero estoy que me tiró encima a ese viejo cochino que lo único que hace es mirarme con depravación. —Lo que quiero es saber si usted tiene un duplicado de la llave. —Lo miro bostezar. —Claro que tengo pero eso le va a costar un dinero extra —dice el muy cínico apuesto que él fue el que la mandó a robar, —Esta bien, —estiro mi mano y recibo la llave igual de mohosa que la anterior juraría que es la misma lo digo por la mancha de barniz rojo que hay en ella, camino hasta mi habitación abro la puerta con algo de dificultad e ingreso, retiro mi toalla y dejo mi cuerpo desnudo aplico crema hidratante sobre todo mi cuerpo, hoy va a ser un día bastante complicado pues hoy tendré que empezar a buscar trabajo, pero se que no voy a durar mucho en conseguirlo ya que por mi experiencia y maestrías no me será difícil. Terminó de acomodar mi cabello y siento que estoy mas que lista afortunadamente tengo ropa elegante que me servirá para conseguir trabajo pues voy vestida con una falda roja en tubo una camisa blanca y un cinturón negro que combina perfecto con mis zapatos de punta, después de bajarme de un taxi, será mejor enfocarme a lo que vine.
Ajustes
Fondo
Tamaño de letra
-18
Desbloquear el siguiente capítulo automáticamente
Índice
Capítulo 1 Consiguiendo lo que me propongo Capítulo 2 No me pienso casar Capítulo 3 Palabras que dañan Capítulo 4 Mi vida cambió Capítulo 5 Puertas cerradas Capítulo 6 La apuesta Capítulo 7 Ocupar su lugar Capítulo 8 Sacrificio por ella Capítulo 9 Un encuentro desagradable Capítulo 10 Ganaré la apuesta Capítulo 11 Encontrarlo en todo lado appCapítulo 12 Acorralada appCapítulo 13 Siempre en mi mente appCapítulo 14 Preocupada appCapítulo 15 Peligro appCapítulo 16 Debo hacer las cosas de este modo appCapítulo 17 No se cansa de molestar appCapítulo 18 Huyendo de ella appCapítulo 19 No lo soporto appCapítulo 20 Una noche diferente appCapítulo 21 Noche loca appCapítulo 22 Nuevos sentimientos appCapítulo 23 Peleando con ella appCapítulo 24 Conociendolo appCapítulo 25 Cosas en mi cabeza appCapítulo 26 Negocios appCapítulo 27 Celos appCapítulo 28 Noche de copas appCapítulo 29 Desilución appCapítulo 30 Embarrandola appCapítulo 31 Vueltas en mi cabeza appCapítulo 32 Sus ocurrencias appCapítulo 33 Y ahora ¿qué hago? appCapítulo 34 Siempre peleando appCapítulo 35 Segundo round appCapítulo 36 La boda appCapítulo 37 Desplantes appCapítulo 38 Dudas appCapítulo 39 Nuestro lugar appCapítulo 40 A su lado appCapítulo 41 Empezar de nuevo appCapítulo 42 En sus brazos appCapítulo 43 Saciandome de ella appCapítulo 44 En familia appCapítulo 45 En problemas appCapítulo 46 Dudas appCapítulo 47 Mis planes appCapítulo 48 Feliz appCapítulo 49 Tristeza appCapítulo 50 Comenzar con mis planes appCapítulo 51 Dispuesta a lograr mis objetivos appCapítulo 52 ¿Qué querrá? appCapítulo 53 Perdiendo mi corazón appCapítulo 54 Me siento morir appCapítulo 55 Angustia appCapítulo 56 No puede ser appCapítulo 57 Volver a casa appCapítulo 58 Sacando fuerzas appCapítulo 59 Más sorpresas appCapítulo 60 Tristeza appCapítulo 61 Dejarla ir appCapítulo 62 Volver appCapítulo 63 Feliz por ella appCapítulo 64 Hundido entre enredos appCapítulo 65 Dejandome llevar appCapítulo 66 Preparada appCapítulo 67 Espejismo appCapítulo 68 Celos appCapítulo 69 De nuevo en mi rol appCapítulo 70 Mala amiga appCapítulo 71 Arpía appCapítulo 72 Nueva oportunidad appCapítulo 73 Miedo appCapítulo 74 Aclarando dudas appCapítulo 75 Sorpresa appCapítulo 76 Alejarme de una vez appCapítulo 77 Trágame tierra appCapítulo 78 Asuntos que aclarar appCapítulo 79 Hablando con el corazón appCapítulo 80 De nuevo entre mis brazos appCapítulo 81 Verdaderas intensiones appCapítulo 82 Más inconvenientes appCapítulo 83 Climax appCapítulo 84 Tristeza y dolor appCapítulo 85 Resignación appCapítulo 86 Confusión appCapítulo 87 Pánico y miedo appCapítulo 88 Alianzas appCapítulo 89 Libre appCapítulo 90 ¿Quién soy? appCapítulo 91 Buscando pistas appCapítulo 92 Casualidad appCapítulo 93 Verdad appCapítulo 94 Hermoso día appCapítulo 95 Salir juntos appCapítulo 96 Volver a besarla appCapítulo 97 Acorralada appCapítulo 98 Huyendo appCapítulo 99 Se fue de mi lado appCapítulo 100 Enterándome de algunas cosas appCapítulo 101 Peligro appCapítulo 102 Nido de víboras appCapítulo 103 Mágico appCapítulo 104 Maravilloso appCapítulo 105 Perder todo en un instante appCapítulo 106 Todo fue tan rápido appCapítulo 107 Perdida appCapítulo 108 No puede ser appCapítulo 109 Corriendo peligro appCapítulo 110 Final appCapítulo 111 Epílogo app
Añadir a mi biblioteca
Joyread Español
UNION READ LIMITED
Room 1607, Tower 3, Phase 1 Enterprise Square 9 Sheung Yuet Road Kowloon Bay Hong Kong
Copyright © Joyread. Todos los derechos reservados