Capítulo 3 Palabras que dañan

Monserrat Me levanto a las 5:00 de la mañana como todos los días, voy y hago mi rutina de ejercicios aproximadamente una hora, después subo a mi habitación y me doy un fuerte baño con agua fría para tonificar mis músculos, salgo del baño y seco mi cuerpo, aplico mis cremas hidratantes, me pongo una blusa de mangas color blanco y un pantalón negro, escojo unos zapatos de tacón y tomó mi bolso y mi laptop, bajo y tomó desayuno que me prepara Lilia todas las mañanas, como siempre desayuno todo y levanto mi plato, siempre he sido de buen comer no soy de las mujeres que dejan de comer por una simple figura, subo y cepillo mis dientes y paso a la habitación de Mónica para darle un beso como todas las mañanas. —Despierta perezosa, se te va a ser tarde para la universidad —le digo llevándola de besos. —Solo dame 10 minutos más —dice aún somnolienta. —Princesa, ya es hora dale. —Le retiró todas sus cobijas para que se levantara a darse un baño. —Si no te levantas te voy a dar un castigo justo, quizá uno de cosquillas. —Me tiré a la cama junto con Mónica y la agarré a cosquillas. —¡Ya Montse!, ¡está bien! —dice muerta de la risa ante mi técnica para levantarla. —Te amo hermanita. —Le doy un beso grande en su frente pues la amo con todo mi corazón. —Y yo a ti mi Montse. —Le doy un beso y salgo con rumbo a la oficina, tomo mi auto, es de último modelo y aunque no lo crean este auto lo compre yo misma con mis ahorros, aunque mis padres siempre han sido de dinero, a mi me gusta ganarme las cosas con mi propio esfuerzo Conduzco aproximadamente 30 minutos hasta llegar a la empresa que es de la familia, pero que mi padre decidió asociar con el asqueroso de Alberto Cáceres. Aunque la empresa en realidad es de mi mamá, mi padre no tenía nada cuando ellos se casaron, él era un mensajero y mi madre la hija del dueño, pero eso a mi madre no le importó se casaron y mi padre pudo superarse y ayudar a incrementar más la fortuna de mi abuelo, quien para ese tiempo se encontraba en muy delicado estado de salud y dejo todo el manejo a manos de mi padre, quien después de tomar ese puesto mi madre me contó que cambió radicalmente empezó su arrogancia y prepotencia. Llegó a la empresa y voy directo al sótano a dejar mi auto, pero mi tarjeta de ingreso no me permite la entrada, tocó la bocina en repentina veces hasta que viene un joven en mi ayuda quién se acerca hasta donde me encuentro en mi auto —Lo siento señorita Monserrat, pero el señor Navas prohibió su entrada a las empresas. —Abro mis ojos como platos, pues todavía no logro procesar que mi padre prohibió mi ingreso a la empresa si se supone que también es mía, tomo mi celular y le marco pero me manda a buzón marco unas seis veces más y le dejó un mensaje en su buzón, decido no seguir marcando tomo mi auto y me pongo en marcha para la casa mi padre debe estar a esta hora en casa, conduzco lo más rápido posible, claro está con mucha precaución respetando las señales de tránsito. Llegó hasta el enorme portón de mi casa, tocó el claxon para que abran la reja pero nadie bajó abrir así que vuelvo y repito una y otra vez hasta cuándo veo que viene Lilia con una maleta en sus manos se acerca hasta donde tengo el auto estacionado. —Buenos días señorita Monserrat, —agacha su mirada. —Buenos días, Lilia avisa al jardinero que por favor abra la puerta —digo un poco exaltada —Lo lamento mucho señorita Monserrat, pero el señor Navas dio órdenes precisas de que usted no puede volver a ingresar a esta casa, solo dejo que yo alistara un poco de sus pertenencias, pues el mando a tirar todo yo apenas pude salvar un poco. —Veo como deja salir una pequeña lágrima por su mejilla. —Lilia y las fotos de mi madre. —Mis lágrimas empiezan a resbalar por mis mejillas. —No se preocupe señorita yo alcance a salvarlas. —Siento un alivio en mi pecho saber que el único recuerdo de mi mamá está a salvó. —Señorita Monserrat le voy a pedir que se retire o si no me van a despedir —dice asustada, pero yo no me pienso marchar y menos dejando a mi hermana ella es mi mundo así que me bajo del auto y voy directo hacia la reja y empiezo a gritar —Papá, papá dame la cara, papá, papá, papá —grito y grito pues de aquí no me pienso marchar—. Papá, por favor no me hagas esto, —me duele la garganta de tanto gritar —Déjeme es mi hermana… —Escuchó al otro lado de la reja como Mónica pelea para que me abran la puerta. —Abran ya por favor. —Escucho como mi hermana sigue rogando pero por lo visto dió resultados por qué ha salido del brazo de papá. Mónica corre hasta mis brazos y se echa a llorar, la tomó entre mis brazos y la abrazó con todas mis fuerzas. —Ya mi niña hermosa no llores más esto se va a solucionar. —Acaricio su cabello para lograr tranquilizarla. —Ya sabes cuál es la solución Monserrat —dice mi padre a un lado de nosotras, me separó de Mónica y voy directo hasta él. —¿Qué según tú cuál es la mejor solución?, claro casarme con el asqueroso de tu socio pues te equivocas papá yo no estoy dispuesta a cumplir tus caprichos solo para quedarte con el control de todo —recalcó. —Pues si no estás dispuesta a casarte con Alberto Cáceres aquí no vuelves a entrar te lo advertí. —Me señala en reproche. —Tu no puedes hacerme esto, te recuerdo que está casa era de mi abuelo, quien dejó al nombre de Mónica y mi nombre, tú no tienes ningún derecho —alegó en mi defensa. —Pues déjame recordarte que hasta que cumplas 27 años no vas a poder disponer de todo, mientras tanto, yo tengo el poder sobre todo, es el derecho que me dejó tu madre antes de morir, o se te olvidó Monserrat. —Mi padre cada vez grita más pero yo no me pienso dejar intimidar. —De aquí no me voy ir así que con permiso, —empujo a mi padre para ingresar a la casa pero los guardaespaldas de mi papá me lo impiden, me sostienen de mis brazos para después tirarme al suelo frío por la lluvia que ha empezado a caer. —¡Ya!, déjenla, déjenla —grita Mónica con lágrimas en sus ojos pero mi papá la sostiene impidiendo que vaya a mi ayuda. —Quítenle las llaves del auto y póngalo en el garaje, —ordena mi papá a sus guardaespaldas, me levanté de inmediato pues este auto es mío. —¿Qué te pasa papá me vas a quitar lo poco me queda?, te recuerdo que este auto es mío yo lo compre con mi propio trabajo en ningún momento te pedí un auto nuevo este yo lo compre, —lloro pero es de rabia ver todo lo que mi padre hace conmigo, solo por el dinero cochino. —Este auto lo pudiste haber comprado pero está al nombre de industrias Navas y por derecho no te lo puedes llevar al menos de que yo ordene lo contrario que no va ser así.
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Índice
Capítulo 1 Consiguiendo lo que me propongo Capítulo 2 No me pienso casar Capítulo 3 Palabras que dañan Capítulo 4 Mi vida cambió Capítulo 5 Puertas cerradas Capítulo 6 La apuesta Capítulo 7 Ocupar su lugar Capítulo 8 Sacrificio por ella Capítulo 9 Un encuentro desagradable Capítulo 10 Ganaré la apuesta Capítulo 11 Encontrarlo en todo lado appCapítulo 12 Acorralada appCapítulo 13 Siempre en mi mente appCapítulo 14 Preocupada appCapítulo 15 Peligro appCapítulo 16 Debo hacer las cosas de este modo appCapítulo 17 No se cansa de molestar appCapítulo 18 Huyendo de ella appCapítulo 19 No lo soporto appCapítulo 20 Una noche diferente appCapítulo 21 Noche loca appCapítulo 22 Nuevos sentimientos appCapítulo 23 Peleando con ella appCapítulo 24 Conociendolo appCapítulo 25 Cosas en mi cabeza appCapítulo 26 Negocios appCapítulo 27 Celos appCapítulo 28 Noche de copas appCapítulo 29 Desilución appCapítulo 30 Embarrandola appCapítulo 31 Vueltas en mi cabeza appCapítulo 32 Sus ocurrencias appCapítulo 33 Y ahora ¿qué hago? appCapítulo 34 Siempre peleando appCapítulo 35 Segundo round appCapítulo 36 La boda appCapítulo 37 Desplantes appCapítulo 38 Dudas appCapítulo 39 Nuestro lugar appCapítulo 40 A su lado appCapítulo 41 Empezar de nuevo appCapítulo 42 En sus brazos appCapítulo 43 Saciandome de ella appCapítulo 44 En familia appCapítulo 45 En problemas appCapítulo 46 Dudas appCapítulo 47 Mis planes appCapítulo 48 Feliz appCapítulo 49 Tristeza appCapítulo 50 Comenzar con mis planes appCapítulo 51 Dispuesta a lograr mis objetivos appCapítulo 52 ¿Qué querrá? appCapítulo 53 Perdiendo mi corazón appCapítulo 54 Me siento morir appCapítulo 55 Angustia appCapítulo 56 No puede ser appCapítulo 57 Volver a casa appCapítulo 58 Sacando fuerzas appCapítulo 59 Más sorpresas appCapítulo 60 Tristeza appCapítulo 61 Dejarla ir appCapítulo 62 Volver appCapítulo 63 Feliz por ella appCapítulo 64 Hundido entre enredos appCapítulo 65 Dejandome llevar appCapítulo 66 Preparada appCapítulo 67 Espejismo appCapítulo 68 Celos appCapítulo 69 De nuevo en mi rol appCapítulo 70 Mala amiga appCapítulo 71 Arpía appCapítulo 72 Nueva oportunidad appCapítulo 73 Miedo appCapítulo 74 Aclarando dudas appCapítulo 75 Sorpresa appCapítulo 76 Alejarme de una vez appCapítulo 77 Trágame tierra appCapítulo 78 Asuntos que aclarar appCapítulo 79 Hablando con el corazón appCapítulo 80 De nuevo entre mis brazos appCapítulo 81 Verdaderas intensiones appCapítulo 82 Más inconvenientes appCapítulo 83 Climax appCapítulo 84 Tristeza y dolor appCapítulo 85 Resignación appCapítulo 86 Confusión appCapítulo 87 Pánico y miedo appCapítulo 88 Alianzas appCapítulo 89 Libre appCapítulo 90 ¿Quién soy? appCapítulo 91 Buscando pistas appCapítulo 92 Casualidad appCapítulo 93 Verdad appCapítulo 94 Hermoso día appCapítulo 95 Salir juntos appCapítulo 96 Volver a besarla appCapítulo 97 Acorralada appCapítulo 98 Huyendo appCapítulo 99 Se fue de mi lado appCapítulo 100 Enterándome de algunas cosas appCapítulo 101 Peligro appCapítulo 102 Nido de víboras appCapítulo 103 Mágico appCapítulo 104 Maravilloso appCapítulo 105 Perder todo en un instante appCapítulo 106 Todo fue tan rápido appCapítulo 107 Perdida appCapítulo 108 No puede ser appCapítulo 109 Corriendo peligro appCapítulo 110 Final appCapítulo 111 Epílogo app
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